A dos años de que entró en vigor, grupos de "pseudodesarrolladores y especuladores" en la entidad aún intentan vulnerar el Programa de Ordenamiento Ecológico del Territorio Costero del Estado de Yucatán (POETCY) en vez de apegarse a las disposiciones que contempla ese documento, denunció el subprocurador de Recursos Naturales de la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa), José Ramiro Rubio Ortiz.

Sin embargo, advirtió que la Profepa "no dará ni un paso atrás" en hacer que se cumpla dicho ordenamiento e hizo un llamado para que el Ejecutivo del Estado tenga una visión y una postura más activa en adoptar ese instrumento.

Rubio Ortiz posa ante la fotografía oficial del Presidente Felipe Calderón en la delegación estatal de la Profepa

Admitió que el ordenamiento ecológico es un documento mejorable, pero las acciones encaminadas a ello deben ser serias, "dejarse de planfetazos y tonterías" y apoyar la ejecución del mismo, irlo evaluando y darle seguimiento haciendo revisiones periódicas en las que participe gente que realmente conozca el territorio costero de Yucatán.

{xtypo_rounded2}En fecha reciente, ante la inconformidad de propietarios de construcciones costeras contra la prohibición de levantar edificaciones en un franja de 60 metros desde la línea de la costa, las autoridades pusieron en marcha una consulta para determinar la posibilidad y necesidad de modificar ese ordenamiento ecológico.

El secretario de Ecología del gobierno del Estado, Eduardo Batllori Sampedro, anticipó que se escucharían todas las voces y, de ser necesario, se propondrá a la Comisión de Evaluación y Seguimiento, las modificaciones a la redacción de los numerales 19 y 20 del decreto 801.

El numeral 19 no autoriza la edificación de hoteles, condominios, villas, casas habitación, desarrollos habitacionales y urbanos, piscinas, restaurantes, comercios y servicios en general, marinas, muelles y calles en una franja de 60 metros desde la línea de la costa.

Únicamente exceptúa de ese criterio la instalación de estructuras que no requieran cimentación y sean desmontables, pero sí se aplica a los permisos para ampliación, remodelación o reconstrucción de edificaciones preexistentes al decreto.

El numero 20 precisa que en el caso de los predios que a la fecha de la publicación del decreto no tenga las dimensiones arriba señaladas podrán optar por sistemas de construcción elevados sobre pilotes, que mantengan la duna y la vegetación.

El Colegio Yucateco de Arquitectos, en voz de su presidente, Fernando Alcocer Avila denunció que por la aplicación del decreto de ordenamiento territorial costero, así como medidas dilatorias y criterios discrecionales de la Semarnat, hay varados proyectos de construcción en la costa. Las obras están proyectadas en Progreso, Chelem, Chicxulub, San Benito, Santa Clara y Sisal.{/xtypo_rounded2}

En amable entrevista con este semanario, el biólogo Rubio Ortiz aclaró que la elaboración del ordenamiento ecológico del territorio costero de Yucatán tiene una serie de bases científicas, técnicas y jurídicas aportadas por "la gente de mejor nivel y mayor preparación en Yucatán", presidentes municipales y de la sociedad en su conjunto.

—Hace dos años que se está aplicando la política ambiental en cuestión de autorizaciones, permisos, licencias, que se siguen otorgando siempre que estén apegadas al ordenamiento-enfatizó.

Indicó que el ordenamiento ecológico es un instrumento validado por Naciones Unidas, que está en la Carta Magna, en la Ley General de Equilibrio Ecológico, en la Ley Estatal de Protección al Ambiente y que es la punta de lanza para un desarrollo sustentable, es decir, que vayan de la mano el desarrollo económico y el cuidado y protección al medio ambiente.

Explicó que el Ordenamiento Ecológico del Territorio Costero de Yucatán abarca desde Celestún hasta El Cuyo. Desde el límite con Campeche por un lado, hasta el límite con Quintana Roo por el otro, con una longitud de más de 300 kilómetros de costa, que incluye cuatro reservas ecológicas: de la biosfera de Celestún, Ría Lagartos, El Palmar y Bocas de Dzilam, y la parte central considerada el corredor biológico mesoamericano.

—Sin embargo -agregó- todas las críticas se centran en un tramo de 20 kilómetros, aproximadamente, que constituyen una zona altamente especulativa que va de Uaymitún, donde termina la parte urbana de Chicxulub, hasta Telchac Puerto. Ahí es donde hay muchas presiones.

—Esos 20 kilómetros no representan ni 10% de los más de 300 que tiene la costa yucateca, donde se han hecho lotes muy pequeños a cargo de seudodesarrolladores que quieren sacar la máxima densidad sin importar la distancia que tenga al mar.

—Fueron los intereses de los especuladores los que llevaron a crear lotes de 10 metros de frente por 40 de fondo, haciendo terceras y cuartas filas en zonas donde la duna costera es muy delgada, baja y vulnerable, y donde las construcciones están a expensas de los huracanes y otros fenómenos —enfatizó.

—También -dijo el funcionario- hay especulaciones en Santa Clara, donde la franja costera es muy delgada y baja, y por tanto vulnerable. Prueba de ello es que cada vez que hay un huracán o tormenta fuerte se rompe la carretera que va a Dzilam.

—En Sisal -continuó- desde tiempo atrás se ha querido hacer una carretera que comunique a ese puerto con Chuburná, pero el nivel medio del mar va a permitir hacer poco. Carboneras se rompe a cada rato. Sin embargo, vamos a ver qué se puede hacer apegándose al ordenamiento.

Aclaró que los desarrollos inmobiliarios costeros están normados por la Ley General de Equilibrio Ecológico y Protección al Ambiente (LGEEPA), el reglamento en materia de impacto ambiental y Ley de Bienes Nacionales, entre otros, de modo que con ordenamiento o sin él, los desarrolladores tienen que hacer un manifiesto de impacto ambiental, tener concesiones de zona federal, contar con la autorización en materia de cambio de uso de suelo, etc.

Recordó que en 2002 se iniciaron en Yucatán las primeras acciones para elaborar ordenamientos ecológicos del territorio que dieron como resultado dos programas: uno a nivel estatal denominado "Programa de Ordenamiento Ecológico del Territorio del Estado de Yucatán" (POETY 2007) y otro de carácter regional denominado "Programa de Ordenamiento Ecológico del Territorio Costero del Estado de Yucatán" (POETCY), que comprende los 13 municipios costeros de la entidad y la parte comprendida en la franja paralela al litoral de 20 kilómetros de ancho de tierra adentro de los municipios de Baca, Chicxulub Pueblo, Dzilam González, Hunucmá, Mérida, Mocochá, Motul, Panabá, Telchac Pueblo, Tetiz, Tizimín y Ucú. Esto último para establecer la zonificación y usos del suelo, con la participación de los sectores público, social y privado.

En octubre de 2005 la Secretaría de Ecología del Gobierno del Estado y el Cinvestav suscribieron un convenio para formalizar el inicio del proceso de elaboración del Programa de Ordenamiento Ecológico del Territorio Costero del Estado de Yucatán.

En julio de 2007 la secretaría estatal de Ecología y la Semarnat convocaron a una reunión pública de información para darle mayor difusión al modelo de ordenamiento ecológico del territorio costero de Yucatán. La invitación al evento, que se realizó en el Centro de Convenciones Siglo XXI, se publicó los días 12 y 15 de julio de ese año en los periódicos Diario de Yucatán, "Por Esto!" y Milenio Novedades.

Transcurrido el plazo fijado para la consulta pública, la Secretaría de Ecología recibió 17 observaciones a la propuesta del programa de ordenamiento ecológico, las cuales fueron analizadas por los responsables técnicos del estudio y las autoridades estatales, acordándose la procedencia de 6 de ellas.

El 31 de julio de 2007 fue expedido el Decreto 801, por el que se formula y expide el Programa de Ordenamiento Ecológico del Territorio Costero del Estado de Yucatán.