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La historia del cine estadounidense está llena de capítulos y películas muy conocidas por aquellos interesados en los llamados clásicos de la cinematografía: "Ciudadano Kane", "Casablanca", "El mago de Oz", "Lo que el viento se llevó", etc. Pero hay una parte de esa historia que ha sido poco abordada y que aún ahora resulta incómoda para algunos historiadores gringos: el cine underground de los años 60 y principios de los 70.
Para ubicarlo hay que recordar que los 50's fueron una época de utopías; el capitalismo sintió temor de los bloques socialistas —después de la Segunda Guerra Mundial— y proclamaron nuevo estilo de vida cuyo principal aliciente era el ascenso y la escalada social. En esos años iniciaron las grandes cadenas de supermercados y las tiendas de electrodomésticos, la cobró gran fuerza. Las familias norteamericanas vieron la llegada del televisor, las aspiradoras, las lavadoras y otros aparatos que reforzaban la idea de reducir esfuerzos y aumentar satisfacciones. El american way of life en todo su esplendor, donde el matrimonio y la adquisición de una casa eran los objetivos incuestionables de la población.
Para los 60's comenzó un conflicto generacional debido a que los jóvenes de esa época no querían repetir patrones y deseaban un mundo de mayor libertades. La guerra en Vietnam fue un detonante para acrecentar las diferencias de pensamiento. Surgió el movimiento hippie y con este la revolución sexual. Comenzaron a cuestionarse los valores impuestos en los 50's, pues la promesa capitalista no había complacido a todos. Las mujeres dejaron de ser objetos decorativos de casa y comenzaron a exigir igualdad de derechos. Las nuevas generaciones se volvieron aún más rebeldes de lo parecía James Dean.
Dentro de este ambiente el cine también vivió profundos cambios. La aparición de nuevos formatos de película (super 8) y la llegada de cámaras de cine pequeñas y de fácil acceso permitieron que algunos jóvenes realizaran sus propias películas, con pocos recursos pero con total libertad. Un acontecimiento determinante fue la película "Shadows" que dirigió John Cassavetes en 1960. Hecha con un presupuesto muy bajo y con actores improvisados, resultó un gran éxito en muchos Festivales europeos y eso la convirtió en un taquillazo, compitiendo con superproducciones como "Ben-Hur". De hecho la crítica especializada decía que Cassavetes era una especia de David que había vencido a Goliat.
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"The brig" de los hermanos Mekas (1964) |
El triunfo de "Shadows" animó a muchos universitarios a hacer cine con pocos medios, abordando libremente temas tabú que retrataban todos los prejuicios del norteamericano promedio. Este cine tuvo mayor actividad en Nueva York y la Costa Californiana, donde el espíritu independiente había detonado la producción de una incontable cantidad de películas. Entre ellas destacan algunos autores: los hermanos Jonas y Adolfas Mekas con "Guns of the tres" (1961) y "The brig" (1964), Kenneth Anger, autor de "Scorpio rising" (1962-64), Jordan Belson con "Phenomena" (1965), Bruce Conner, responsable de "Cosmic ray" (1961) y "Looking for mushrooms", y Tony Conrad que hizo "The flicker" (1965). El movimiento recibió el nombre de cine underground (subterráneo) por estar ajeno a la industria de Hollywood y por su carácter clandestino. Era un cine de experimentación y vanguardia que se rebelaba a la sociedad de consumo y que encontraba en el sexo y las drogas sus temas de inspiración.
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"Scorpio rising" (1962-64) de Kenneth Anger es otra de las primeras películas del cine underground norteamericano |
De sus autores quien logró más fama fue Andy Warhol. Un artista importante en el desarrollo del pop art. Sus cintas más trascendentes fueron "Sleep" (1963), "Chelsea girls" (1966), "Flesh" (1968), "Trash" (1970), "Women in revolt" (1971) y "Heat" (1972). Warhol encargaba la dirección de sus filmes a Paul Morrisey. A partir de Warhol, el cine underground se volvió más subversivo, llegando a niveles escandalizantes para algunos.
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Andy Warhol fue uno de los cineastas más famosos que hicieron cine underground. En la foto, "Chelsea Girls", película suya de 1966 |
Los artistas del underground buscaban provocar con mucha fuerza y eso derivó en la aparición de una vertiente llamada trash cinema. El objetivo del trash era hacer cintas de deliberado mal gusto y vulgaridad a fin de trastocar los valores morales de la sociedad. De este subgénero destaca John Waters, director de cine, actor, escritor y fotógrafo estadounidense. Waters pertenece a la última etapa del underground, su cinta más emblemática es "Pink flamingos" (1972) protagonizada por el travesti Divine. Es un filme que pone todos sus recursos en pos de crear un discurso en extremo alborotador.
Actualmente, algunos artistas emergentes del video han retomado la propuesta underground actualizándola a las nuevas realidades. Decía Luis Buñuel que el arte debía ser subversivo, pero hubo quienes se lo tomaron muy en serio.