Desde el campanario Norte de Catedral

7 vistazos con binoculares por Guardiano Delatorre S.J.

1.¡Huy! que alivio... Pasé una semana esperando lo peor, sudando frío, pero creo que ya no cayó el rayo seco sobre la Catedral. Por suerte creo que la Divina Ira habrá estado ocupada en otros asuntos más globales que el affaire de la Catedral después del despapaye que armaron en el máximo recinto religioso los de Sortilegio y sus fanáticos seguidores.

Por de pronto, parece que ya me salvé, pero estaré pendiente. No sea que como el día del concierto de Sarah Brightman van a estar ahí concentrados en Chichén Itzá todos juntos los de Televisa, la góber, los empresarios y los artistas, sea ahí donde el Señor y sus designios hagan valer finalmente el implacable castigo. Por si las moscas ya le mandé devolver al maestro Esma el boleto que tan amable me mandó otra vez, como cuando vino Plácido. No es por cobarde que no voy al concierto, es solo por prudente. Temor de Dios.

2. Me sigo persignando. La verdad es que el coraje del Altísimo todavía puede estar pendiente sobre nuestras cabezas. Con la mirada hacia lo alto, elevo mis oraciones al tiempo que me persigno tres veces seguiditas, musitando y repitiendo "me protejo, me protejo y me protejo". Es que resulta que Don Emilio Carlos —hidrocálido de nacimiento y tan prudente como siempre— declaró al periódico electrónico "Yucatán Ahora" que "se justifica la compra de camionetas último modelo para legisladores priistas". El arzobispo de Yucatán, Emilio Carlos Berlié Belaunzarán, justificó la compra de vehículos Ford último modelo, aunque sea con recursos del erario, porque según argumentó, esa compra "mantiene las grandes fábricas de automóviles con una dinámica económica útil para México en estas épocas de desempleo". Así dijo al reportero que no pudo evitar abrir sus ojotes yucatecos al oír al prelado: "¿Sabes cuántas personas trabajan en la Nissan de Aguascalientes? 7 mil 500 y cuando te compras un carro de ese tipo estás haciendo un gran servicio a esa empresa, si no los compraras ¿dónde quedan los 7 mil 500 trabajadores?", comentó.

3. Indulgencia Plenaria. Yo como religioso, no puedo evitar temblar de emoción contenida al leer cada palabra. Según "Yucatán Ahora" Don Emilio Carlos redondeó todavía más la idea: "lo de los vehículos da de comer a los que los hacen y producen, y son miles de trabajadores que están detrás de eso". Sentenció, iluminado por algún espíritu chocarrero no muy santo que "yo no me meto en cuestiones específicas sobre si está bien o no usar dinero de la gente para adquirirlas (las camionetas) porque no soy economista, represento indudablemente el sentir del pueblo, pero no opino sobre recursos".

4. In dubio pro reo. Se conoce que don Emilio aplicó el latinajo jurídico que sugiere que, en caso de duda, resuélvase siempre a favor del inculpado. Yo sólo agrego que a mí lo que ignacianamente me queda indudablemente y meridianamente claro es que tanto desde el punto de vista de representación popular —a través de nuestros motorizados diputados federales— como de representación religiosa, los yucatecos estamos archi-requete-recontra-bien representados.

5. Focus Groups. Desde hace varias semanas selectas personas del público han sido citadas para ser encuestadas por una empresa de mercadeo social que tiene un local cerca de la tienda departamental "Gran Chapur" de la Colonia México. Que las preguntas que les hacen a los encuestados giran alrededor de cómo se vería Ana Rosa Payán Cervera como candidata (por tercera vez) a la alcaldía de Mérida, e incluso les preguntan cómo se vería ella como gobernadora interina o cómo se vería como mandataria constitucional. ¿Quién paga esos estudios mercadológicos a la dama que ha declarado su manifiesto interés en ser nombrada alcaldesa vitalicia de la Ciudad Blanca?

6.Cámara de Gessel. La otra parte de los estudios encargados para la contadora Payán Cervera incluyen también Grupos Focales sobre imagen física. Detrás del vidrio de la Cámara de Gessel los voluntarios han sido interrogados sobre "como se ve" Ana Rosa. Como resultado de estos análisis la estilista italiana Mila ha recibido el encargo de "relanzar" una nueva imagen —más chick, más femenina y electoralmente más vendible de la dos veces alcaldesa de Mérida. Dicen que Mila es verdaderamente buena en su trabajo de hacer lucir fashion a sus clientas. Confieso que no me aguanto para ver el nuevo look que le andan diseñando a la renovada aspirante a alcaldesa preciosa.

7. "No tengo asesores". Hablando de peluqueros y peluqueras, tal como pronosticó El Campanario, la gobernadora Ivonne Ortega acudió nuevamente esta semana a la ciudad de México para presentarse en el programa "Salud y Belleza" de Alfredo Palacios, el peluquero de las estrellas. Ahí confesó a Alfredo, quien se declaró su admirador, que ella al tomar decisiones "no necesito de asesores, solo le hago caso al pueblo". ¿Qué habrán pensado al respecto Carlos Sobrino, Ulises, Federico Granja, el "Cheché" Ceballos o Carlos Capetillo, sólo por nombrar a algunos de los más conocidos asesores? Luego entonces ¿nos podríamos ahorrar los 50 mil chuchos al mes que nos cuestan cada uno de los Super Consultants?