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Antes de entrar de lleno al tema me gustaría por un lado agradecer a todos los lectores que aceptaron nuestra sugerencia de avisarnos la recepción de los artículos anteriores, muchos con comentarios muy valiosos.
La participación es aún pequeña —menos de 15%— para articular un movimiento de la sociedad civil que permita comunicarnos y tomar acciones a través de Internet, que permita a nuestras autoridades conocer nuestros deseos y que nuestra voz sea escuchada.
Varios de los que me enviaron sus comentarios me han interrogado sobre mis motivadores para el movimiento y comentado sobre la efectividad del mismo. Me gustaría puntualizar que hace mas de 20 años me inicié como articulista a través del Diario de Yucatán. Desde esa época veía con alarma cómo estábamos perdiendo competitividad en el país. Y tristemente hasta ahora no se ha hecho nada en forma efectiva para solucionarlo.
Con respecto a la efectividad de lograrlo, dependerá de 2 aspectos: uno, que cada vez un mayor número de personas se adhieran al movimiento independientemente de su situación económica, social, política, sexo o edad; para esto es importante que nos convenzamos de que la mejoría de la competitividad es la única salida efectiva para salir de las crisis recurrentes que hemos vivido durante casi 40 años.
El segundo aspecto —para garantizar la efectividad del movimiento— es que cada vez más personas de la sociedad civil decidamos participar más activamente en la solución de nuestros problemas, en vez de delegarlo todo al "gobierno". Nuestra insistencia en que cada vez más personas nos confirmen recepción de los mensajes y comenten sus puntos de vista responde a la importancia de medir el grado de interés en participar que se vaya logrando.
Hace 20 años tuvimos un ejemplo inequívoco de lo que los mexicanos podemos lograr cuando existe una buena estrategia y voluntad de hacer bien las cosas. En 1989 la aerolínea Aeroméxico era una empresa administrada por el gobierno federal y era la muestra perfecta de la ineficiencia, corrupción y pésimo servicio: en fin, todo lo malo que pudiese tener una empresa, lo tenía Aeroméxico. En resumen, la falta de competitividad total se reflejaba en pérdidas monstruosas que el gobierno subsidiaba irremediablemente.
Una situación como ésa implicaba una sangría tan grande para el erario que, finalmente, el gobierno decidió cerrar la empresa y liquidar de acuerdo a la ley a todos los trabajadores. Por otro lado se negoció, con un grupo empresarial nacional, la venta de los activos de la empresa: aviones, oficinas, sistemas de cómputo, etc.
Este grupo empresarial contrató aproximadamente a la cuarta parte del personal que tenia la empresa anteriormente —lógicamente a través de un proceso de selección. Las condiciones de contratación fueron con menor sueldo del que recibían, tenían que trabajar más horas a la semana que antes, tenían que hacer varias funciones —antes hacían solo una— y, muy importante, tenían que sonreír todo el tiempo.
El resultado de esta operación permitió que la nueva Aeroméxico se convirtiese en tan sólo 3 meses en la empresa más eficiente y competitiva del mundo. No es un cuento de hadas: esto sucedió en la realidad y es una muestra inequívoca de que en México podemos lograr cosas sorprendentes si aplicamos voluntad con la estrategia de acción adecuada.
Yo como experto en procesos de reingeniería estoy convencido de que si nos organizamos como sociedad civil y aprovechamos el potencial de Internet para comunicarnos e ir ampliando la base de participantes, podremos lograr cosas que hoy, desde el plano individual, pueden parecer imposible.
Nuevamente te reitero: tu participación es crucial para lograr que nuestro país logre el desarrollo de que nos hemos privado durante más de 30 años. Si no actuamos ahora nos arrepentiremos toda la vida.
Mándanos una respuesta de recepción y tus comentarios para medir nuestra efectividad e interés en el movimiento.
Quiero comentarte que esto que estamos iniciando en Mérida, con una base de datos de 1000 personas —correos electrónicos— debemos ampliarlo a nivel nacional en aproximadamente una semana. Tus opiniones, así, tendrán cada vez mayor peso.
Te reitero que este movimiento sobre la competitividad del país no tiene ninguna afiliación partidista. Buscamos mejorar la competitividad del país en forma permanente y efectiva.
Te agradezco tu participación y recuerda que mientras más seamos, mejores resultados podrá tener nuestro movimiento para la competitividad de México.