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La polémica desatada por el paquete fiscal que envió el Presidente Felipe Calderón a la Cámara de Diputados para 2010 halló eco en Yucatán, donde personajes del mundo político, académico y empresarial dieron sus puntos de vista al respecto.
Como se sabe, el 20 de este mes es la fecha límite para que la Cámara de Diputados vote la Ley de Ingresos de 2010 y el 20 de noviembre próximo es el término para aprobar el Presupuesto de Egresos.
Con el propósito de que nuestros lectores tengan más elementos para normar su criterio sobre este tema, A7 decidió hacer una ronda de opiniones en la que participan dos legisladores federales, un consultor de empresas y un catedrático de la Facultad de Contaduría y Administración de la Uady.
A partir de la premisa, "Si usted fuera el secretario de Hacienda y su partido tuviera la mayoría en el Congreso de la Unión", se les hizo las siguientes preguntas a todos ellos:
1.- ¿Cuál sería el nuevo sistema tributario que propondría?
2.- ¿Qué impuestos contemplaría y cuáles no?
3.- ¿Qué incluiría en materia de simplificación?
4.- ¿Cómo aumentaría el padrón de contribuyentes y la recaudación?
A continuación las respuestas de nuestros entrevistados:
Víctor Arjona Barbosa, profesor universitario y consultor de empresas: Yo propondría una reforma integral porque, luego de revisar la historia de esta secretaría, me doy cuenta que [todo lo que se ha hecho] son "parches y remiendos que responden a la urgencia de apagar el incendio", y, de esta manera no es posible afrontar, con visión de futuro y proyecto de país en desarrollo, un sistema fiscal que asegure dos cosas muy importantes: que todos paguen impuestos y que parte de la recaudación se destine a infraestructura y programas que fomenten la inversión.
—Debe ser un sistema donde se incluya cada vez más a nuevos causantes hasta alcanzar el objetivo final que es que todo aquel que tenga ingresos se convierta en causante del fisco y así evitar la terrible injusticia de crear nuevos impuestos para que los cautivos de siempre sigan pagando más, mientras que a otros les importa un comino si aumentan o no los impuestos porque a final de cuentas no pagan nada —agregó.
—Yo le preguntaría a la sociedad y a los expertos, trataría de ser creativo para implantar un sistema incluyente donde no haya evasión ni informalidad; que haya una sola economía, la de los formales, para que todos aquellos que tengan un ingreso paguen impuestos.
—Por otra parte —continuó— si la recaudación sólo sirve para mantener los servicios públicos y el aparato de gobierno, el país no avanzaría. Es necesario que una parte se destine a infraestructura y programas que fomenten la inversión, ésa es la mejor manera de sentar las bases de un desarrollo sostenido.
—Hoy en día, lamentablemente fallamos en las dos cosas: por una parte quienes pagan impuestos son muy pocos y una gran cantidad de gente que percibe ingresos no paga nada. Le corresponde a un secretario de Hacienda talentoso, de un gobierno que lo apoye, buscar los caminos para que la recaudación descanse sobre una mayor base de contribuyentes.
—Asimismo —afirmó— el desempleo es algo que oímos desde siempre y todo el tiempo se dice que lo quieren abatir, pero lo que vemos es todo lo contrario, mientras el desempleo crece, las oportunidades de trabajo decrecen con todas las consecuencias sociales negativas que conllevan.
R2.- El impuesto que yo contemplaría, porque es el más rápido y simple y no requiere de tanta burocratización de las autoridades fiscales, es el del IVA, pues todo el mundo consume: el pobre consume poco y el del rico es de lujo, pero todos consumen, aunque habría que poner ese impuesto en un nivel de competitividad.
—Para los que cacarean "no al IVA en alimentos y medicinas", yo les diría que en ese afán de proteger a los pobres también se está subsidiando a la gente pudiente, a la gente de dinero que sí puede pagar impuesto por sus alimentos y medicinas.
—Una posible solución —dijo— sería reducir la tasa en esos rubros (alimentos y medicinas) y aunque sea poco, pero que todos paguen; un impuesto a la renta y hasta allá.
—Si soy un secretario de Hacienda hábil y creativo y logro meter a la economía formal y convertir en causantes a todos los que perciben ingresos, ¿para qué más impuestos como el de depósitos en efectivo (IDE), que sólo perjudica a las empresas que reciben efectivo?
R3.- Sin afán de justificarla, creo que una de las razones por las que la gente no entra a la formalidad y no quiere ser causante del fisco es por la complejidad de parte nuestra (Hacienda) sobre todo para los pequeños y medianos empresarios que no cuentan con los recursos para pagar a profesionales de la contabilidad y a abogados fiscalistas; a esos hay que hacerles más sencillas las cosas.
—En la medida en que el pago de impuestos sea más sencillo, en la medida en que cualquiera pueda calcular sus impuestos, nos irá mejor; claro que las empresas grandes siempre requerirán el apoyo de contadores y abogados fiscalistas por la complejidad de sus operaciones, pero hay fórmulas y reglas que parece que fueron hechas para que se equivoquen hasta los experimentados y con eso haya motivo de multas y recargos.
R4.- Para ampliar la base de contribuyentes y la recaudación hay que tener creatividad y pedir la opinión a gente experta.
—Una opción sería que el fisco permitiera a la gente deducir los gastos que hacen cuando contratan albañiles, pintores, plomeros, electricistas, etc. para que les hagan trabajos particulares en sus domicilios, pues todos esos prestadores de servicios tendrían que expedir facturas, lo cual no hacen hoy en día.
Daniel Avila Ruiz, diputado federal del PAN: Pagar impuestos es una obligación como ciudadanos, pero las leyes tributarias de nuestro país son complejas, enredadas y perjudican a los pequeños y medianos empresarios, que ya de por sí enfrentan dificultades para sacar un negocio adelante y que, al agregar los costos administrativos de pagar impuestos, provoca la quiebra de muchos.
—Yo propondría iniciativas cuyo objeto fuese la simplificación del cobro de impuestos, como el IVA, ISR y el IETU, aunque esto implicaría la derogación de leyes, inclusive capítulos enteros de las mismas, otorgando estímulos fiscales a las empresas en sus primeros dos años de trabajo.
—Propondría un solo impuesto al ingreso, el que más incentivara la inversión; el análisis minucioso a las exenciones y tasa cero del IVA, la corresponsabilidad de las autoridades fiscales en el cobro de impuestos y la procuración de una competencia económica equitativa.
—Todo esto —continuó— con una corresponsabilidad y compromiso de las autoridades fiscales en la captación de ingresos y en la vigilancia e incremento de la base de contribuyentes.
—Tenemos presiones muy grandes de ingresos —aseguró. Ya no tenemos petróleo y no podemos endeudar más al país. La única solución para atender las necesidades de México es asumir la responsabilidad de pagar impuestos progresiva y equitativamente.
R2.- Como en cualquier sistema tributario, deben existir impuestos al ingreso, que paguen más quienes más ganan; al consumo, para que paguen más quienes más consumen; e impuestos especiales, para gravar productos que generen una externalidad negativa en la sociedad. Obviamente de manera simplificada y con tasas competitivas a nivel mundial.
R3.- Una propuesta es la simplificación urgente del regimen tributario, del cual el ISR y a partir de 2007, el IETU, forman parte fundamental. También es cierto que uno de los problemas más grandes que enfrentamos, además de la evasión fiscal, es la elusión fiscal, que no es otra cosa que los huecos legales existentes en la legislación tributaria que aprovechan algunos para engañar a las autoridades y no enterar los impuestos que debieran.
—Hay que eliminar los tratos diferenciados y estímulos fiscales que no cumplen con su objetivo inicial, de los cuales se aprovechan solamente unos cuantos.
—Sin embargo, hay que ser cautelosos con los distintos sectores de la población, sobre todo con los trabajadores, para crear una estructura impositiva simple, exentando del pago a los trabajadores que ganen menos de cuatro salarios mínimos al mes y sin tocar las aportaciones a seguridad social por las que tanto ha luchado la clase trabajadora nacional.
R4.- Hay dos maneras de incrementar la base de contribuyentes:
1) Pagando todos proporcionalmente a lo que consumimos: hay estudios económicos responsables, como el realizado por economistas del Centro de Investigación y Docencia Económica (CIDE), en el que se demuestra que el subsidio implícito del IVA por la aplicación de exenciones y tasa cero implica que por cada peso con que se subsidia al 20% más pobre, el 20% más rico de la población recibe un subsidio de 4.70 pesos. Si aplicamos entonces una tasa homogénea, sin tocar la equidad y la progresividad del impuesto, además de dirigir los recursos recaudados a los que menos tienen, podríamos darle solución a nuestro problema de finanzas públicas y al mismo tiempo ayudar a combatir la desigualdad social.
2) Por medio de una mayor responsabilidad y compromiso de las autoridades fiscales en la captación de ingresos, la vigilancia y el castigo a la evasión fiscal de comercios informales y la elusión fiscal de grandes corporativos y empresarios.
Víctor Manuel Villasuso Pino, coordinador del cuerpo académico del área legal de la Facultad de Contaduría y Administración de la Uady: El sistema tributario es correcto, lo dejaría de esa manera porque cambiarlo es demasiado complejo.
—Las finanzas públicas son muy complejas porque dependen de ciertas direcciones que son las recomendaciones que tenemos al pertenecer a la OCDE; además tenemos que ver el marco macro y micro económico del país y el sistema tributario que tenemos es adecuado a esos requerimientos que se necesitan para seguir perteneciendo a la OCDE.
—El sistema tributario de los países, sobre todo de los 30 que pertenecen a la OCDE, están direccionados a un impuesto sobre ingresos a consumo, así que lo único que hay que hacer es equilibrar la balanza.
R2.- De acuerdo con la constitución, el Congreso de la Unión tiene la facultad de aprobar las contribuciones con el único fin de soportar el presupuesto de egresos.
—Sin embargo —continuó— los poderes legislativo y judicial deberían ajustar sus presupuestos, como ya lo está haciendo el ejecutivo federal, para que no haya necesidad de crear una serie de impuestos para cubrir su gasto corriente y sus dietas. Por ende, hay que equilibrar el presupuesto.
—Yo lo que contemplaría es el ISR y un impuesto único de consumo porque no hay que perder de vista que hay impuestos federales, estatales y municipales y eso es ruinoso para el contribuyente que le tiene que pagar a la federación, el estado y el municipio.
R3.- Que ciertos trámites y procedimientos sean más ágiles. Por ejemplo, para que te acepten una devolución y reintegren el dinero hay demasiados trámites que, además son complicados; lo mismo que para una compensación y que no nazca un crédito fiscal o en su caso para presentar un dictamen; en cuestión de compensaciones a veces te piden la contabilidad de todo el año.
—Los medios electrónicos sirven para facilitar el manejo de la información y si la Secretaría de Hacienda ya cuenta con una base de datos, para qué le pide más información a la gente a través de Internet.
—Para el contador público que dictamina —agregó— este año salió publicado un cuestionario de 300 preguntas que debe responder y que es muy complicado... yo lo eliminaría.
R4.- Con el cruce de información ya se sabe quién paga impuestos y quién no; se sabe que el padrón de contribuyentes no es el que debe ser porque los "cautivos" son ciertas empresas y los empleados, estos últimos porque las empresas se los retienen.
—Aquí se requieren dos cosas: conciencia y percepción. La educación importa mucho, si desde primaria se empieza a inculcar la importancia de pagar tributo, cuando el individuo llegue a la universidad, cualquiera que sea su carrera, ya tendrá la conciencia de que debe contribuir al gasto público.
—Sin embargo —agregó— también es importante la percepción de que el dinero que aporta la gente que nadie se lo lleve, que no se vaya a cuestiones electoreras, por ejemplo.
Luego de un análisis sobre las posibles reformas a las finanzas públicas de Mexico, en agosto pasado, el Centro de Estudios Economicos del Sector Privado (CEESP) hizo las siguientes sugerencias: