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Pablo Loría Vázquez advierte que seguirá en su lucha por la transparencia, incluso, desde una organización civil.
Ante la falta de evaluación a su desempeño como secretario ejecutivo durante los cinco años que estuvo a cargo del Instituto Estatal de Acceso a la Información Pública (INAIP) y que derivó en su salida del Instituto, Pablo Loría Vázquez interpuso un amparo ante el Poder Judicial de la Federación por la decisión de los consejeros de removerlo del cargo sin un criterio claro.
—Pero ésto no es la única razón por lo que llevé el caso a esta instancia, sino porque la misma Ley de Acceso a la Información es anticonstitucional porque no incluye un proceso de ratificación que esté de acuerdo al mismo artículo 14 Constitucional, en el cual queda claro que antes de ser despojado de alguna posesión o derecho debes ser escuchado por la instancia correspondiente. Y no fui escuchado, ni llamado por el consejo y por lo tanto, no me dieron garantía de audiencia.
Al respecto, precisó que antes de que los consejeros del INAIP, Ana Rosa Payán Cervera, Miguel Castillo Martínez y Ariel Aviles Marín, actual consejero presidente, decidieran convocar a una elección para un nuevo secretario ejecutivo, les informó su intención de ser ratificado.
Explicó que por ese motivo les solicitó una audiencia para que evaluaran su desempeño al frente del Instituto y con base a esa evaluación lo ratificaran o no; pero nunca respondieron a su solicitud.
—De hecho, me enteré en la prensa sobre la convocatoria porque no fui invitado a la sesión donde se hizo el anuncio. Y fue también en la misma prensa, donde me enteré que ya habían nombrado a otra persona para el cargo.
{xtypo_quote}La reelección del secretario ejecutivo del INAIP no debe estar basada en si fuiste bueno o no, o si eres mi comadre, te voy a reelegir. Debe hacerse con base en la evaluación del trabajo del funcionario, ya que sólo así los ciudadanos tendrán la certeza de que la persona idónea o no está en el cargo.{/xtypo_quote}
Destacó que el artículo 6 constituciónal establece que la persona a cargo del Acceso a la Información Pública debe estar especializada en la materia, un requisito, que después de cinco años al frente, cree que lo hacía el más calificado para el puesto.
—Los consejeros parecen no haberlo valorado.
{xtypo_quote_left}Mi mayor error fue no ser político. Eso le desagradó a mucha gente, pero no creo que para conservar un puesto se tenga que caerle bien a todos o besarles los pies.{/xtypo_quote_left}
¿Y qué sigue ahora?
—El amparo está en el juzgado cuarto del Poder Judicial de la Federación y si procede, tendrían que reinstalarme en mi puesto; y si no, pues continuaría la lucha en otras instancias porque considero que es necesario, especialmente para darle una garantía a la sociedad, evaluar a quien se desempeñe en el cargo para decidir si se le ratifica o no como secretario ejecutivo del INAIP.
Incluso estoy analizando la posibilidad de crear alguna asociación civil ciudadana con la cual seguir promoviendo la transparencia.
¿Qué comentarios recibió de sus amigos y conocidos cuando no fue ratificado en el cargo?
—No puedo hablar por ellos, tendrías que preguntarles, pero en general hubo extrañeza porque consideraban que había hecho un buen trabajo. Los únicos contentos porque ya no estoy en el INAIP son mis clientes del despacho que ya querían que regresara.
Es que llamó la atención que los tres consejeros votaran unánimemente a favor de un relevo...
—Creo que lo que llama más la atención es que digan que estaban buscando frescura en el cargo porque eso es subjetivo.
¿Cómo vió el desempeño de los consejeros durante su labor como secretario ejecutivo del INAIP?
—Respeto mucho a los consejeros, pero hubo algunos temas en los que no compartí con ellos jurídicamente, como por ejemplo, el caso del concierto de Plácido Domingo en el que un ciudadano pidió el estado financiero y no se le entregó.
(Artículo 7 dio a conocer que la diputada Cecilia Pavía interpuso un recurso ante el Poder Judicial de la Federación para pedir que el INAIP abra de nuevo el procedimiento en contra de Cultur para que entregue los estados financieros del concierto "De las mil Columnas". El INAIP, dio por cerrado el caso a pesar de que la información que se solicitó nunca fue entregada)
—Por ejemplo, en el cargo, yo rendía informes financieros mensuales a los consejeros y ellos los auditaban. Si una persona hubiera solicitado cualquiera de esos informes y el INAIP hubiera entregado la auditoría de los consejeros, sería incongruente porque no es lo que se solicitó. Lo mismo paso en el caso de Cultur. Ahora será un juez federal que se determinará si se actuó bien o mal.
El ex secretario ejecutivo del INAIP también recordó otro caso en el que consideró que no se cumplió como debería una sentencia.
—Fue en el caso del programa "Cobijar". La persona que pidió información debió haberla recibido en cd y no en las miles de copias que le entregaron. No había excusa para que gobierno del Estado no tuviera esa información en Internet.
Por otra parte, Pablo Loría Vázquez dijo que entre los pendientes que tiene el INAIP es exigir la homologación de los sistemas de acceso a la información pública de los sujetos obligados, que lo tiene extrañado porque no se les ha demandado contundentemente.
—Para mayor facilidad de los ciudadanos los sujetos obligados deben contar con un sistema en línea que permita no sólo enviar una solicitud de información, sino ver el seguimiento de ésta y recibir respuesta, lo que no siempre es posible porque algunas instancias no tienen al cien por ciento este servicio. El problema es que algunas de estas dependencias piensan que al homologar su sistema el INAIP puede interferir en él, pero no es así.
—Entre los que deberían tener el sistema y no cuentan con él están el Tribunal de lo Contencioso Administrativo y entre los que si lo tienen, pero no como se debe están el Poder Judicial, el Congreso del Estado y el Ejecutivo Estatal.
Recordó que aunque el 18 de septiembre venció el plazo para que se pongan al día hay una prórroga para que lo hagan.
Finalmente, recordó que cuando se hizo cargo del INAIP, en 2004, la cultura de la transparencia estaba en cero, pero la labor de que los sujetos obligados hicieran consciencia se hizo de inmediato, lográndose la apertura de unidades de acceso a la información.
—Tampoco había obligación de contar con información en Internet. Poco a poco, con todas las herramientas que pudimos darle al ciudadano, éste pasó de preguntar, por ejemplo, cuánto gana un funcionario a ser más inquisitivo y pedir informes financieros y documentos originales, lo que ha derivado en una ciudadanía a la que no se le puede engañar. L.I.