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Los días del papel como medio para transmitir información están contados... por lo menos para las personas que son proactivas en la búsqueda de la información. Porque si usted es de los pasivos, de los que se sientan en la puerta de su casa para esperar que la noticia o la información le llegue, entonces usted deberá seguir buscando formas de deshacerse del papel una vez que éste ha servido para su objetivo de informar.
La empresa Amazon.com lo llamó "Kindle". Es una palabra nueva para un concepto nuevo. Es una combinación de teléfono celular con lo necesario en una computadora para leer en forma cómoda cualquier texto.
Usted, ¿ha tratado de leer en forma prolongada de la pantalla de una computadora? Y usted, ¿ha oído a alguien decir por allí que leer de una computadora "cansa mucho"? Algunos tenemos nuestras dudas al respecto. Es falso que leer de la pantalla LCD de una computadora sea más "cansado" que leer letras impresas en un libro de papel.
Leer, en sí, cansa. Pero cansa no importa en dónde estén los ojos concentrados para hacer ese fabuloso ejercicio inventado por nuestra mamífera especie. Y cansa lo mismo si el ejercicio se hace de un libro con letras negras sobre papel más o menos blanco, que si se hace sobre la pantalla LCD de una computadora, con un fondo blanco y letras negras, como las que usted está leyendo ahora.
Pero si usted está leyendo esto ahora, usted debería saber que con sólo oprimir Control y + (tecla más) ¡la letra se agrandará! Otra vez y la letra se agrandará ¡más!
Me encantaría ver que usted pueda hacer eso en un libro o un periódico.
Las ventajas de la tecnología son inconmensurables, gigantescas, grandes, tremendas. Nos deberían dejar tan impresionados que lo que sucede hoy es que nos hemos "vacunado" para no sentir la impresión. Ya nada es nuevo: todo podríamos haberlo estado esperando.
En el caso de los lectores de textos como el Kindle de Amazon.com o el Reader Daily Edition de Sony, estamos hablando de pantallas que simulan el papel, para que quien los usa "crea" que está viendo una hoja de papel impresa. Pero, afortundamente, el parecido llegó hasta allá y nada más. Todo lo demás es practicidad y potencia, como: localizar textos, agrandar las letras, ver imágenes y videos, etc.
La frecuencia de transmisión de la tecnología del teléfono celular hará posible que las noticias de los periódicos lleguen allá conforme éstas se vayan generando. Los libros llegarán también por esa vía después de haber pagado por ellos probablemente vía su cuenta de banco —tarjeta de crédito o débito.
¿Se imagina, lector, poder tener en las manos un dispositivo liviano, con una pantalla tan blanca que se puede ver en la playa como si fuera papel y en la noche debidamente iluminada para no necesitar una lámpara? Llevará una bilbioteca con todo y los periódicos del día aún a las visitas obligadas para evacuar lo que el cuerpo no asimiló en su imperfecto proceso de digestión.
El tiempo durante el cual el vulgar papel —tremendamente destructivo para la ecología— seguirá siendo usado dependerá de la actitud que tengamos hacia las nuevas formas de hacer las cosas. Si nos entercamos y nos cerramos a aceptar las bondades del cambio, continuaremos soportando métodos productivos destructivos.
Por desgracia, si usted es —como este servidor, querido lector— un apasionado del cambio positivo, del cambio para que todo sea mejor, se entristecerá al saber que Mérida no está incluida en la primera etapa para que el Kindle y sus similares puedan funcionar.
¿Lo podemos dejar así?
¡Imposible!
Vayamos a los sitios amazon.com o sony.com y dejémosles saber que en Mérida, Yucatán, queremos ser parte de la revolución inicial en la sustitución del papel. Informemos que hemos comenzado un movimiento para que más pronto quizás que en cualquier otra ciudad de la república, sea en Mérida, Yucatán, que dispongamos de los lectores como Kindle para hacernos más cultos, más informados y contar con la información más completa para no cometer errores colectivos llegado el momento.