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Mérida, Yucatán, 26 de agosto de 2014.- “La violencia y la inequidad estimulan la creación literaria”, expresó el maestro Jorge Mantilla Gutiérrez, académico de las licenciaturas de Comunicación Social y de la Literatura Latinoamericana de la Universidad Autónoma de Yucatán (UADY).
El académico aseguró, en el marco del centenario del natalicio de Julio Cortázar, que “en México hay libertad para el escritor lo cual genera creadores jóvenes y de calidad”.
“A las nuevas generaciones sí les interesa la novela de la revolución y de las décadas de los años cuarenta y cincuenta del siglo pasado pero están viendo sus propias perspectivas de las cosas y esto es proclive para la creación literaria”, explicó.
Destacó el fomento de la lectura y la creación así como la organización de múltiples concursos, espacios e infinidad de oportunidades para la publicación y la lectura.
“Esto hace que las cosas sean buenas en poco tiempo; creo que lo mejor de la literatura está por venir, incluyendo a la yucateca y desde luego a la Latinoamericana”, aseguró el académico de la UADY quien pronosticó que “está retornando de nueva cuenta el momento de la gran poesía”.
“Se avecina de nuevo la época de la poesía”, reiteró y dejó entrever que entre los factores del resurgimiento de este género está precisamente el ritmo de vida agitado y con falta de valores. “Estamos en un mundo bronco y es el clima propicio para el desarrollo de la poesía latina que permaneció opacada mucho tiempo por la novela”.
Respecto a Julio Cortázar, quien nació el 26 de agosto de 1914 en Ixelles, Bélgica y murió el 12 de febrero de 1984 en París, Francia, el académico de la UADY opinó que “fue un maestro por excelencia del relato corto”.
“Hay cuentos maravillosos de su autoría que no han sido superados”, señaló y también recordó que es creador de una novela maravillosa, larga y compleja; leerla es toda una experiencia porque es un poco como somos los latinos: desordenados”, afirmó al tiempo que indicó el título de la obra: “Rayuela”.
“Empero la mayor aportación de Cortázar fue no copiarse a sí mismo, es decir, escribió acerca de muchos asuntos, fue un gran inventor, además destacó su finura con el lenguaje ya que lo conocía a la perfección al ser traductor de inglés y francés pero el español lo manejó extraordinariamente”, apuntó el académico.
“Leyendo a Cortázar aprendes bien el dominio del español; para él la literatura era un acto de creación”, afirmó Mantilla Gutiérrez quien también subrayó que “no se le ha reconocido a Cortázar su valor; en la UADY le damos importancia en el programa de la Licenciatura Latinoamericana pero en el mundo aún no ha sido valorado como debe ser”.
“Creo que no se ha desentrañado bien el pensamiento de Cortázar, a veces ‘Rayuela’ se lee como moda, como actitud, pero a ciencia cierta explicar y comprender su aportación al pensamiento latinoamericano no estoy seguro si se ha hecho”, dijo.
“Gran parte de su vida vivió en ciudades de Argentina; él mismo dijo ser un hombre que estaba entre el turismo y la diplomacia ya que su padre fue agregado comercial de la embajada argentina en Bélgica y fue gracias a su mamá María Herminia Descotte, promotora de la lectura, que Cortázar se introdujo al mundo de la literatura”.
“Le gustaba el box, pero la parte sangrienta, sudorosa y brutal no, autor del libro “El último round”, le gustaba cómo los pugilistas reaccionaban cuando estaban a punto de ser vencidos y esa actitud fue lo que lo llevó a madurar muchos pensamientos sobre los latinoamericanos creyendo en la necesidad de que sean éstos productores y reproductores de su propia realidad”, finalizó.