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Guadalajara (24 de septiembre).- Lo mismo pasa en calles, plazas y hasta en el transporte público: “¡Hey, tú… chiquita… shhht, shhht!”. Los gritos que recibe Mariana son incesantes. Tan sólo el hombre del auto no para de verle las piernas, sus ojos de macho se convierten en un escáner que repasa una y otra vez a la mujer, que cruza enfrente de él mientras su automóvil espera la luz verde del semáforo. Ella se congela por instantes como en la ocasión en que un desconocido le tocó el trasero.
Mariana padece constantemente el acoso callejero. El lugar y el vestuario que traiga no importan.
En los últimos ocho años, en Jalisco suman cuatro mil 148 averiguaciones previas en la Fiscalía General por el delito de atentados al pudor (tocamientos), tipificado en el Código Penal. De la estadística, sólo 17 de cada 100 denuncias acabaron con una persona consignada, con sanciones que van de los tres meses a los tres años de prisión. Y Guadalajara es el municipio que más casos registra.
Cuando son gritos o piropos puede ser una falta administrativa que se tramita ante los ayuntamientos. Cuando hay tocamientos, como el que padeció Mariana, es el delito de atentado al pudor y se denuncia ante la Fiscalía. En cambio, el acoso sexual es cuando hay presiones para someter a alguien a tener una relación sexual, mientras que el hostigamiento se presenta cuando el sometimiento para tener una relación sexual es de parte de un superior jerárquico en el trabajo.
Sobre el atentado al pudor, el registro anual indica 714 denuncias interpuestas en 2012; otras 214 en 2013, así como 81 hasta julio de este año. Hay una tendencia a la baja, por ello la Fiscalía invita a las víctimas a denunciar y emite su postura: “El problema es que se dejó de denunciar, es algo que nos parece muy grave porque se normaliza un comportamiento que perjudica a las mujeres”, reconoce Octavio Rizo García, vocero de la Fiscalía.
Mariana Fernández, presidenta del Instituto Jalisciense de las Mujeres, destaca la importancia de que se denuncie cuando hay cualquier tipo de acoso.
Las autoridades aclaran que no es normal que un hombre hostigue, grite o toque a una mujer sin su consentimiento. Y en Jalisco este comportamiento es un delito. “Las personas que lo hacen están trastornadas”, afirma Martha Pérez González, subdirectora del Centro de Evaluación Psicológica de la Universidad de Guadalajara.
Estudios revelan que 60% de los incidentes reportados por acoso sexual ocurre en la calle; 22% se registra en el transporte público.- (Notimex)