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México (26 de enero) Los restos mortales del matador de toros chihuahuense Ramón Ortega fueron cremados este domingo en la ciudad de Tapachula, Chiapas, donde ya descansan en la cripta familiar de una iglesia.
Ramón Ortega murió la víspera en Tapachula, a la edad de los 89 años, por lo que fue una semana triste para la familia taurina mexicana, tras ocurrir el deceso de tres personajes más de la fiesta brava.
Ramón Ortega junto al desaparecido torero y periodista Jesús “El Ciego” Muñoz protagonizaron la novela taurina escrita por Luis Spota, “Más cornadas da el hambre”, la cual ganó en su tiempo, el Premio Ciudad de México en 1950.
Ortega Balderrama nació el 13 de julio de 1924 en Chihuahua, y tomó la alternativa como matador el 1 de enero de 1956 en la ciudad de Delicias, Chihuahua, de manos de Luis Castro “El Soldado” y el testigo Jaime Bolaños, con toros de La Playa.
Se recuerda a Ramón Ortega como el único torero que ha podido sobrevivir a una mortal cornada en la vena yugular, la cual sufrió en septiembre de 1962, cuando se disponía a tomar su segundo alternativa como matador, tras renunciar a la primera.
Fue en Ciudad Juárez donde se dio aquel trágico suceso, cuando un toro de la ganadería de Peñuelas lo hirió en la vena yugular. En esa tarde estuvieron los matadores Pablo Lozano, quien fungió como padrino, y Manolo Zúñiga, testigo.
El pasado domingo en Celaya, Guanajuato, falleció el sastre de toreros Germinal Ureña Prieto, a los 79 años. El martes en Aguascalientes, murió el empresario y aficionado práctico José Luis Ramírez “El Padrino”, a los 67 años.
Los decesos en la familia taurina siguieron este sábado con el fallecimiento del aficionado práctico y juez de plaza Rubén Pérez, de 75 años de edad, en Guadalajara, Jalisco.- (Agencias)