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México (11 de mayo) Oficiales de distintas agencias de seguridad norteamericana han sido reclutados por cárteles de la droga para ayudarlos con sus actividades ilícitas, principalmente en la frontera de Texas con México. Fuente: El Diario de Juárez
Para ello se valen no sólo de sobornos en efectivo, sino también de sexo, según dio a conocer John Roth, el inspector general del Departamento de Seguridad Interna (DHS) de Estados Unidos, y corroborado por un análisis de la web de periodismo de investigación InSight Crime.
El funcionario, que desde marzo de 2014 fiscaliza a la dependencia federal, declaró hace unas semanas que los cárteles mexicanos han estado reclutando agentes para contrabandear droga a través de la frontera entre México y Estados Unidos.
En su declaración, Roth dio a conocer que existe incapacidad de las agencias fronterizas para acabar con los problemas de corrupción persistentes.
“Han recurrido a la contratación y los empleados. Los agentes a lo largo de la frontera reciben sobornos en efectivo, favores sexuales, y otras gratificaciones ”, dijo.
La forma más evidente de la corrupción es ayudar directamente a los contrabandistas, como el caso de un agente de la Patrulla Fronteriza en Phoenix, Arizona, quien en el 2012 ayudó a narcotraficantes a trasladar mariguana.
De acuerdo a las investigaciones, los criminales lanzaron los paquetes de droga sobre la valla y el agente los recolectó, subió a la camioneta oficial y se disponía a trasladarla cuando fue detenido con las 147 libras de mariguana.
Otro caso fue el del oficial identificado como José Padilla, quien de acuerdo a las investigaciones realizadas por agentes federales por trabajar una operación de tráfico de drogas con sede en Weslaco, dirigido por Tomas “El Gallo” González.
Con el apoyo del agente, los narcos trasladaron cientos de kilogramos de mariguana y cocaína desde Texas hacia Alabama, Georgia, Tennessee y otros estados, de acuerdo con documentos de la corte federal.
Padilla compareció en el 2013 ante el tribunal federal y se declaró inocente de cargos federales de tráfico de mariguana y lavado de dinero.
La forma menos evidente de la corrupción, según Roth, es cuando los oficiales proporcionan información a los traficantes de drogas como la ubicación de las unidades de la Patrulla Fronteriza, mapas de sensores, códigos de acceso a las puertas a lo largo de la línea divisoria entre ambos países.
En el análisis que hace InSight Crime, resulta que “sólo un pequeño porcentaje de los empleados han cometido actos delictivos”.
De las 240 mil 000 personas empleadas en el Departamento de Seguridad Nacional (DHS), 16 mil 281 de ellos recibieron denuncias en el 2014.
De ese total, 564 llegaron a una investigación, 112 resultaron en condenas penales.
En 2014, el DHS publicó un informe que más de 2 mil oficiales estaban bajo investigación por vínculos con el crimen organizado.