México (25 de julio).- Iztapalapa es la delegación al oriente del DF donde el agua es de dos tipos: o no cumple con algunos criterios pero puede ser consumida o simplemente no es apta para consumo humano. En la Ciudad de México la problemática del agua tiene muchas caras: la calidad con que es distribuida, que cuando llueve “no hay drenaje que funcione”, asegura el director del Sistema de Aguas del Distrito Federal (Sacmex), Ramón Aguirre Díaz, al hablar de las coladeras tapadas que impiden el acarreo de las corrientes formadas por la precipitación del líquido.

Sin embargo, comparado con hace seis años, “el riesgo de inundación en la ciudad se ha reducido fácil en 60 o 65%“, “seguimos teniendo problemas, pero antes eran por la falta de capacidad de la infraestructura metropolitana y ahora que se ha construido en coordinación con la Conagua y el Estado de México se ha logrado avanzar mucho en ese renglón“, explicó el funcionario capitalino.

Iztapalapa bebe agua a cuentagotas

Actualmente el agua en la Ciudad de México tiene un porcentaje de distribución de 88% y corresponde a la cantidad de líquido que cumple con todos los requisitos para poder ser consumida, mientras que en mayo pasado se reportaba, por parte del Sacmex, que las presas el Sistema Cutzamala tenían almacenado más de 600 millones de metros cúbicos, marcando un nivel histórico.

De la mano a estos elementos positivos, vienen problemas como el 12% del DF que recibe agua dudosa o simplemente no recomendable para su consumo, además de una serie de fugas que no sólo se dan de manera exterior en calles o avenidas, sino las que se originan en la red interna de distribución. “Son cientos de miles de pequeñas fuguitas que las absorbe el medio ambiente, que se van al drenaje, que las absorbe el subsuelo y que no la recuperamos”, destacó Aguirre (entrevistado para un noticiero de TV) sobre la red de 13,000 kilómetros de longitud que tiene un promedio de edad arriba de los 60 años.

Aguirre explicó que de cada diez litros que entran a las redes, se están perdiendo cuatro, es decir, la red de distribución de agua en el DF además de tener una fuga del 40%, el 12% del agua entregada es de mala calidad. A nivel internacional el panorama de desperdicio en la ditribución del líquido es diferente, solo 20% de este se pierde, sin embargo los pronósticos de su existencia no son alentadores.

De acuerdo a Merrill Lynch, para 2030 la demanda global de agua sobrepasará la oferta en un 40%, al menos así lo explicó Sarbjit Nahal, jefe de inversión temática de Bank of America Merrill Lynch Global Research. “Parece inevitable que el agua sea más escasa que el petróleo“, dice Nahal.- (Agencias)