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*México (7 de abril).-
Los altos índices de contaminación en la Ciudad de México pueden agravar las enfermedades respiratorias como el asma y la bronquitis que a largo plazo pueden dañar los pulmones, ocasionar cáncer e incluso un infarto, sugiere un nuevo estudio.
Los niveles de contaminación en el aire se deben a vehículos con tecnología obsoleta y contaminante, así como la congestión por falta de alternativas de movilidad distintas al automóvil, señala el análisis del Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO).
La directora de Desarrollo Urbano del IMCO, Gabriela Alarcón, dijo que los gastos a la salud comprometen a la competitividad, pues tan solo en 2015 generó costos que ascendieron a más de mil 600 millones de pesos.
Al presentar los resultados del llamado Análisis de una contingencia anunciada. Resultados para mejorar la calidad del aire a largo plazo, informó que la contaminación en el Valle de México genera mil 823 muertes prematuras al año.
El estudio del IMCO indica que la medida del Hoy No Circula generalizado servirá a corto plazo, pero si se vuelve permanente podría resultar contraproducente al incentivar la compra de más vehículos.
La consultora Fátima Masse indicó que de mantener esta medida a partir del 30 de junio, la población podría adoptar la alternativa de comprar otro automóvil para no dejar de circular como ocurrió a principios de los 90.
“Hay evidencia científica, con estudios de la Universidad de Chicago, que básicamente muestran que toda la población se tiene que adaptar a esta nueva situación y la manera que lo hacen es comprando otra unidad”, refirió.
Por su parte, Alarcón reconoció que hasta ahora el Hoy No Circula generalizado es la única opción emergente para disminuir los niveles de contaminación.
“La medida es bastante limitada, pero sí reconocemos que en el muy corto plazo es la única opción viable, pero hay que tomar decisiones de gobierno que estén más orientadas a mediano y largo plazo”, mencionó.
Al leer las recomendaciones del estudio, Alarcón resaltó la distribución de combustibles limpios; eliminar las barreras de importación de vehículos eléctricos e híbridos; y eliminar requerimientos mínimos de estacionamientos a construcciones en zonas conectadas a redes de transporte público masivo.
“Una ciudad moderna, una ciudad de primer mundo es aquella donde los ricos quieren moverse en transporte público y no donde los pobres quieran aspirar a tener un transporte privado”, afirmó.