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México (20 de enero).-
El Kremlin lleva décadas enfrentado a Estados Unidos, pero los rusos que esperan que Donald Trump abra una nueva era de distensión celebraban su toma de posesión el viernes con fiestas y objetos conmemorativos con su imagen, desde monedas a muñecas matrioska.
Gennady Gudkov, un ex legislador crítico con Putin, dijo que Rusia está a las puertas de la “Trumpmanía” y que los medios estatales están dado mucho espacio al presidente electo de Estados Unidos a expensas de asuntos más mundanos e historias a veces deprimentes.
En su opinión, esto se debe en parte a que, a diferencia de Rusia, la elección en Estados Unidos fue impredecible. El Kremlin espera que Trump alivie las sanciones impuestas tras la anexión de Crimea, sume fuerzas contra Estado Islámico y frene la actividad militar de la OTAN cerca de sus fronteras.
Artesanos de la ciudad de Zlatoust, al este de Moscú, pusieron en circulación una serie limitada de monedas conmemorativas de oro y plata con el lema “Confiamos en Trump”, en alusión al “Confiamos en Dios” (In God We Trust) impreso en los dólares.
Los vendedores de las tradicionales matrioskas incluyeron también unas con la imagen de Trump en su muestrario, junto a las que recuerdan al presidente ruso, Vladimir Putin, al líder revolucionario bolchevique Vladimir Lenin, al ex presidente Mikhail Gorbachev y a José Stalin.
Además, una tienda que vende artículos militares rusos frente a la Embajada de Estados Unidos en Moscú puso en marcha una campaña promocional que ofrece a los empleados de la legación y a ciudadanos estadounidenses un 10 por ciento de descuento para celebrar la toma de posesión de Trump.
“La elección de Trump generó entusiasmo en Rusia, porque sus cálidas palabras sobre Rusia y Putin nos han dado esperanza de que Estados Unidos y Occidente paren su ataque contra Rusia”, dijo en los medios sociales Sergei Markov, un ex legislador pro Putin. “No sabemos con seguridad si habrá una mejoría (en las relaciones) o no. Pero los rusos son optimistas (…) así que esperamos lo mejor, mientras nos preparamos para lo peor”.
Para los nacionalistas rusos, la elección de Trump es una excusa para mezclar alegría con autopromoción y celebrarán una fiesta durante toda la noche en la antigua oficina central de correos de Moscú en tiempos soviéticos, donde mostrarán su artículo favorito de propaganda: un tríptico de Putin, Trump y la líder del Frente Nacional de Francia, Marine Le Pen.