836 palabras
México (27 de enero).-
Se cree que si se dan más garantías a las víctimas e imputados en los procesos penales, entonces hay menor seguridad o eficacia, pero ese mensaje es un veneno que daña a la sociedad porque es completamente falso, señaló el jurista español Iñaki Esparza Leibar, catedrático e investigador de Derecho Procesal en la Universidad del País Vasco y colaborador permanente del Instituto Vasco de Criminología.
“Hay un discurso que trata de contraponer justicia con seguridad, y eso puede calar en algunas mentes, pero los ciudadanos lo que esperamos es que se nos haga justicia preservándose nuestros derechos”, apuntó.
Agregó que esa falsa idea genera desconfianza y un daño a nosotros mismos como titulares de derechos fundamentales porque si no se protegen los derechos se estaría limitando el respeto a los mismos en nuestra perjuicio.
En el marco de la conferencia “El proceso debido como único modelo aceptable para la resolución de conflictos en un estado de derecho y como presupuesto para la globalización”, el también autor de numerosas publicaciones sobre el tema, afirmó que lo que está haciendo México al cambiar su sistema para procesar los casos en el ámbito de la justicia es muy valiente, al romper con una tradición centenaria y admitir que las instituciones tiene que hacer cambios para garantizar los derechos de todos.
“Eso es muy loable, no es un camino fácil, ni corto pero es un camino posible, por eso es importante que no se caiga en el desánimo”, apuntó.
En Europa este cambio se hizo cuando acababa de haber una guerra, la segunda guerra mundial, que dejó 60 millones de muertos y el continente estaba ensangrentado, así que el contexto tampoco era fácil como no lo es ahora para México.
En la conferencia realizada en el auditorio “Víctor Manuel Cervera Pacheco” de la sede del Poder Judicial del Estado en esta ciudad, estuvieron presentes magistradas y magistrados del Tribunal Superior de Justicia y consejeras y consejeros de la Judicatura de Yucatán, encabezados por su presidente Marcos Alejandro Celis Quintal, así como autoridades del Centro de Investigaciones “Silvio Zavala Vallado” de la Universidad Modelo, del Ejecutivo estatal, de dependencias externas, estudiantes y funcionarios judiciales.
Esparza Leibar expuso que la idea jurídica del “debido proceso” sigue muy presente en los países que viven en un Estado de Derecho, particularmente los del continente americano y sigue siendo de absoluta actualidad.
Insistió en que la eficiencia no está reñida con el Estado de Derecho y puso de relieve el papel del Poder Judicial por un lado y el de las autoridades que realizan la investigación.
El proceso penal no es solo cosa de la acusación, la defensa y el juzgamiento, tiene que ver con la investigación y si se quiebra ese eslabón que es la investigación, todo lo demás va a caer como un castillo de arena, por eso es importante la labor correcta de la policía, porque si realiza una buena investigación los demás podrán pararse en un suelo seguro. El Estado tiene que estar consciente de la importancia de su trabajo y capacitarlos, expresó el catedrático.
Añadió que cuando los ciudadanos buscan resolver sus conflictos por las vías procesales es porque confían en el Poder Judicial y el Estado tiene que generar una maquinaria que sea capaz de resolver esos conflictos que se dan en la esfera de las relaciones interpersonales en las sociedades .
El Poder Judicial debe tener la capacidad para dar cabida a todos los actores para la resolución del conflicto, es una enorme organización, una máquina para resolver conflictos, y tiene que dotar a cada ciudadano de un estatus de tutela judicial, donde todos tienen acceso a la justicia aunque no tengan recursos, señaló.
Los ciudadanos deben tener derecho a solicitar medidas cautelares, a la presunción de inocencia, a solicitar la presentación de pruebas y estos derechos son irrenunciables, ese status permite a cada uno de nosotros otorgarlo al tribunal que corresponda.
Por otro lado dijo que hay que tener vocación de progresar e incorporar mejoras a los sistemas, considerando que hay cosas que no son necesarias para el debido proceso como por ejemplo contar con un jurado, pero otras que sí son imprescindibles.
Puso como ejemplo de una evolución benéfica el espacio europeo de justicia, que permite la colaboración entre los países de la región. Por ejemplo, para una captura un juez de Alemania puede apoyarse en un juez español para liberarla y eso hace más rápidos los procesos.