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Mérida, Yucatán, México, 18 de marzo de 2024
El venir aquí a una feria de la lectura a través de unas jornadas cinematográficas hace una unión de mi raíz, porque mi padre siempre me heredó el afán por la lectura, reveló el actor Roberto Gonzalo Sosa Martínez, al recibir un reconocimiento por parte de la Universidad Autónoma de Yucatán (UADY) a través de la Feria Internacional de la Lectura Yucatán (FILEY).
En la clausura de las Jornadas Cinematográficas, la distinción por su trayectoria en el ámbito cinematográfico fue otorgada por parte del rector de la UADY, Carlos Alberto Estrada Pinto, y por la directora de la FILEY, María Teresa Mézquita Méndez, en la sala 1 de los cines del Centro de Convenciones Yucatán Siglo XXI.
El artista agradeció que en el reconocimiento consideren sus dos nombres que provienen de sus abuelos materno y paterno, “porque ahí es de donde vengo, son mis raíces, es de donde vengo formado”.
Posteriormente, durante un conversatorio, Sosa Martínez recordó que el amor por la lectura proviene de su padre, quien tuvo que trabajar desde muy joven debido a la muerte de su abuelo para encargarse de la familia porque era el hermano mayor, “el primer trabajo que tuvo fue en la biblioteca del seguro social”.
Relató que su progenitor se encargaba de ordenar los libros y de ahí le tomó cariño a la lectura; tiempo después, rememoró que su papá después de cocinar y servir la comida para él y sus hermanos, ya que era el encargado de la casa, se sentaba a leer en un sofá antes de irse a comunidades rurales para enseñar teatro en lugares donde no había acceso a la cultura.
“Acudí a la novela, a la poesía, al ensayo, al teatro, a la literatura y ello me iba a dar las herramientas fundamentales para poder expresarme a través del cine, hay una unión aquí de muchas herramientas que me han formado a lo largo de 45 años como actor”, resaltó.
En la plática con el coordinador de las Jornadas Cinematográficas, Manuel Escoffié Duarte, y tras responder preguntas del público, el actor que interpretó al ex presidente de México, Gustavo Díaz Ordaz en la película Tlatelolco, recalcó que siempre busca el sentido humano de los personajes que representa, “nunca hay que hacerlo desde el juicio”, porque eso puede generar una versión pobre o caricaturesca del trabajo.