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30 de noviembre.- Adaptarse a cada movimiento del péndulo político y corporativo para mantenerse vigente y ofrecer lo que sus clientes quieren, es parte del secreto del éxito de McKinsey, la consultora de negocios más prestigiosa e influyente del mundo.
Así lo define Duff Mcdonald, autor del libro The Firm: The Story of McKinsey And Its Secret Influence on American Business (’La Firma’: La historia de McKinsey y su influencia secreta en los negocios de Estados Unidos).
McDonald dice que en sus 80 años de historia, McKinsey rediseñó la estructura de poder dentro de la Casa Blanca -recomendó crear la figura del jefe de gabinete-, ayudó a la Europa de posguerra a reorganizar sus empresas en ruinas, participó en la invención del código de barras, revolucionó las escuelas de negocios -mantiene una íntima relación con el MBA de Harvard- y hasta inventó la idea de ‘presupuesto’ como una herramienta de gestión.
Hace 40 años, cuando las empresas estatales todavía estaban de moda, McKinsey abrió su oficina en México y ayudó al gobierno a planificar la expansión de Pemex. Dos décadas más tarde, cuando las privatizaciones estaban en boga, McKinsey ayudó al ex presidente Carlos Salinas de Gortari a desprenderse de algunas de las principales compañías en manos del estado.
Sus consultores han ayudado a empresas y gobiernos a crear y mantener muchas de las conductas que le han dado forma al mundo en el que vivimos.
Hoy, la empresa tiene 82 oficinas, 9,000 consultores, ingresos anuales por 7,000 millones de dólares y, entre sus clientes, a 100 de las 150 empresas más grandes del mundo.
Pero ¿ha valido la pena? Duff McDonald, periodista de la revista Fortune, escribió un libro que intenta ser una historia de McKinsey y, al mismo tiempo, un análisis sobre su modelo de negocios y su efecto en el mundo corporativo y la sociedad en general.
¿Realmente tiene sentido pagar los honorarios exorbitantes de McKinsey, si lo que casi siempre hacen es recomendar despidos masivos y ‘reestructuraciones’?
La respuesta corta de McDonald es: depende. Pero hace notar que es un momento crucial para hacer estas preguntas.- (CNN)