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México (27 de diciembre).- Iñaki Abadie, periodista del programa Hola Vecinos, del canal 10 de Montevideo; se acercó a José Mujica por detrás, mientras éste hablaba con un grupo de personas. Sin muchas esperanzas de recibir una respuesta, le preguntó si podía hacerle una breve entrevista.
Para su sorpresa, el presidente de Uruguay le contestó, pero no cómo esperaba. Al notar la presencia del cronista, Mujica se dio vuelta, lo miró con desprecio y de un manotazo le corrió violentamente el micrófono.
Desconcertado, Abadie le recriminó su acción. “¡Presidente, no me pegue! ¡No sea malo!”, le gritó.
Al percatarse de lo que había hecho, y escuchar que el periodista le recordaba que la emisión estaba saliendo en vivo y en directo, el mandatario decidió volver sobre sus pasos y acercarse a su víctima.
Tomándolo de la nuca en un gesto paternal e intimidatorio al mismo tiempo, le dijo: “Vení, vení, después te doy una nota, después te doy una nota, pero déjame hablar con la gente”.
Satisfecho con la respuesta obtenida, Abadie tomó su palabra como un compromiso y dejó que Mujica siguiera su camino.
Luego del incidente, tuvo lugar la conferencia de prensa en la que se presentó al nuevo ministro de Economía de Uruguay, Mario Bergara. Allí el presidente rompió todo formalismo.
Rodeado por el vicepresidente Danilo Astori y por el flamante ministro de Economía, Mujica se presentó vistiendo una camisa, bermudas y sandalias que dejaban ver sus descuidados pies.
El mandatario ha marcado desde el comienzo un estilo completamente alejado del protocolo, que provoca admiración entre muchas personas, quienes lo ven desapegado al poder y cercano a la vida de cualquier ciudadano.
Sin embargo, esos mismos rasgos son muy criticados por otros, que sostienen que su imagen desfachatada no ayuda a la percepción de Uruguay en el mundo. Mucho más si ese estilo supone actuar con violencia contra un periodista que pretende hacer su trabajo.- (Infobae)