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SANTA BARBARA, California, EE.UU., 25 de mayo.- La matanza llevada a cabo el viernes por Elliot Rodger, un estudiante de 22 años que mató a 7 personas en Isla Vista, Santa Barbara, California, vuelve a poner sobre la mesa el debate sobre el control de armas en Estados Unidos.
“En Estados Unidos unos 270 millones de habitantes poseen un armas de fuego.”
Otras 13 personas resultaron heridas en el recorrido de muerte y terror que narran los familiares de las víctimas, quienes piden medidas para detener este tipo de hechos sangrientos.
Rodger cometió los asesinados en tres lugares separados cerca de la Universidad de California en Santa Barbara.
Kevon de Bree, un testigo de uno de los tiroteos protagonizados por Rodger, dijo al diario Los Angeles Times que “sobaba como si estuviera en una zona de guerra”.
Las autoridades dijeron que Rodger presuntamente comenzó la matanza del viertes tras apuñalar fatalmente a tres compañeros de cuarto en su complejo de apartamentos. Luego se dirigió una casa de una hermandad, a pocas cuadras de distancia, y abrió fuego contra tres mujeres cercanas.
La siguiente parada de Rodger fue en un supermercado local donde disparó fatalmente a un estudiante de la Universidad de California en el interior del establecimiento. Después se subió a un automóvil desde donde abrió fuego indiscriminado contra peatones.
Rodger fue hallado muerto con un tiro en la cabeza que él mismo se habría propinado.
La matanza trajo el recuerdo de otras similares registradas en los últimos años y que han sacudido la conciencia en el país. Activan debates en el Congreso, pero registran pocos cambios a nivel legislativo para volver más rigorosa la compra, tenencia y uso de armas de fuego.
A modo de ejemplo: Según el National Instant Criminal Background Check System (NICS), dependiente de la Oficina Federal de Investigaciones (FBI), entre el 30 de noviembre de 1988 y el 30 de noviembre del 2012 esa dependencia llevó a cabo 16,808,538 verificaciones de antecedentes de individuos que desean portar un arma de fuego.
En el 2013 se registro un incremento de alrededor del 17%.
El Estado donde más chequeos se realizaron fue Kentucky, con 2,329,151. En Connecticut, Estado donde ocurrió la matanza de la escuela Sandy Hook, el NICS llevó a cabo 208,250 verificaciones.
Detrás de Kentucky se ubica Texas, con 1.196,176 verificaciones de antecedentes; California con 981,798; Illinois con 923,920; Pennsylvania con 835,293; y Florida con 699,974.
El NICS reporta que en los últimos 12 años Kentucky ocupa el primer lugar con 15.118,518 verificaciones hechas, siendo que ese estado, de acuerdo con la Oficina del Censo, tenía estimado para 2011 un total de 4.369,356 habitantes.
Un reporte del Small Arms Survey, proyecto de investigación independiente del Instituto Superior de Estudios Internacionales y de Desarrollo de Ginebra, Suiza, creado en 1999, señala que en Estados Unidos unos 270 millones de habitantes poseen un armas de fuego, dato que Firearms confirma y señala que la cifra corresponde a 88.1 armas por cada 100 habitantes.
El segundo lugar donde más armas existen es India con 46 millones; seguido de Alemana con 25 millones; Pakistán con 18 millones; México con 15.5 millones; Brasil con 14.8 millones y Rusia con 12.7 millones. Pero la lista de naciones con el mayor número de armas per cápita es distinta, aunque Estados Unidos también la lidera, con 88.8 millones po cada 100 habitantes, seguido por Yemen (54.8), Suiza (45.7), Finlandia (45.3), Serbia (37.8), Chipre (36.4), Irak (34.2) y Uruguay (31.8), en un inesperado octavo lugar.
Según el Small Armas Survey, su principal objetivo es constituir la principal fuente de información imparcial y pública sobre todos los aspectos relacionados con las armas pequeñas y la violencia armada, servir como un centro de recursos para gobiernos, responsables del diseño de políticas, investigadores y activistas en términos de información e investigación sobre las armas pequeñas y la violencia armada.
También tiene como meta convertirse en un observador independiente de las iniciativas nacionales, internacionales y no gubernamentales en materia de elaboración de políticas sobre armas pequeñas y violencia armada, y ser un canal para la investigación de las políticas relevantes sobre el tema.
De las 16.808,538 verificaciones de antecedentes criminales hechas entre el 30 de noviembre de 1998 y el 30 de noviembre del 2012, el NICS denegó 976,255 permisos, cifra equivalente al 0.60% del total.
Entre las razones para no autorizar un permiso se incluye a individuos que han sido condenados a penas de prisión de dos o más años de cárcel, acusados por delitos de violencia doméstica, fugitivos de la justicia, adictos al consumo de drogas, inmigrantes indocumentados y personas que han renunciado a la ciudadanía estadounidense.
Pero en el caso que el permiso sea denegado por el FBI, el solicitante puede apelar el dictamen, un trámite que incluso puede hacerlo en español.
El formulario es simple y requiere, entre otros, anotar el número de transacción o caso e incluir su dirección postal completa. La apelación puede ser enviada por correo, fax o por internet.
El FBI explica en su página de internet que “si se le ha sido denegado la transferencia de un arma de fuego a causa de un expediente en el Sistema Nacional de Verificación Instantánea de Antecedentes Penales (NICS), puede someter una petición para apelar la decisión de denegación en su caso”.
Las personas cuyos permisos son denegados también pueden pedir por escrito que le informen de la razón usada para su denegación enviando una carta a: Federal Bureau of Investigation, NICS Section, Appeal Services Team, Module A-1, Post Office Box 4278, Clarksburg, WV 26302-9922. Si la apelación es favorable, NICS notificará que su denegación ha sido revocada y que usted cumple con los requisitos para recibir un arma de fuego. (Univisión)