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México, D.F., 1 de septiembre de 2014.- La reforma fiscal que propuso Enrique Peña Nieto y que aprobaron únicamente el PRI, el PRD y el Partido Verde le quita dinero a los familias mexicanas para mantener a un gobierno federal que gasta mal, señala la senadora Rosa Adriana Díaz Lizama.
Al informar sobre la agenda prioritaria del Grupo Parlamentario del PAN en el Senado para el período legislativo que inicia hoy, la legisladora yucateca informa que los temas fundamentales serán el crecimiento económico, el combate a la corrupción y la seguridad pública.
La secretaria de la Mesa Directiva indica que al interior de su bancada hay preocupación por el estancamiento en materia económica. La gente ya está comprando y gastando cada vez menos, hay una caída en el consumo, decrece el mercado interno y por lo tanto habrá más desempleo, advierte.
—Por ello, vamos a impulsar iniciativas para recuperar el régimen de pequeños contribuyentes y aumentar la capacidad de gasto de las familias a través de incentivos fiscales justos, apoyar a los productores y corregir la tasa del IVA en la frontera.
—Hay que poner más énfasis en la agenda del consumidor y del productor, en lugar del recaudador.
—Tenemos una mala reforma fiscal que deja sin dinero a las familias para mantener al gobierno federal, y nosotros sostenemos que hay ponerle fin, aunque el gobierno y sus aliados se empeñen en mantenerla y defenderla.
Rosa Adriana Díaz añade también que hay que reducir el costo del gobierno, empezando por la alta burocracia y el gasto corriente, y supervisar que los programas sociales no se utilicen con propósitos electorales.
De acuerdo con la secretaria de la Comisión de Derechos Humanos del Senado, la corrupción es producto de la debilidad institucional y de la complicidad del gobierno que no incluye en su agenda este tema fundamental.
De ahí que la creación de un órgano público anticorrupción y un sistema nacional de rendición de cuentas sean la prioridad máxima de la agenda legislativa de los senadores panistas.
—Definitivamente, la corrupción no es un problema cultural. Quien asegure lo contrario, se equivoca.
En cuanto a la seguridad pública, anticipa que se mantendrá una estricta vigilancia sobre el desempeño de las autoridades en la materia.
—Más allá de discursos y cifras oficiales —considera—, la realidad en muchas ciudades y comunidades del país nos muestra que los delitos como el robo, el secuestro y la extorsión van al alza.