*México (18 de marzo).-

Ante el mal paso personal frente al marco rival, Omar Bravo le pone “el pecho a las balas”, acepta las críticas, sabe que así es un club importante como el Guadalajara, en el cual al no haber anotado tras nueve partidos en los que vio actividad, se levantan todo tipo de comentarios y como él mismo lo dice: “A un centro delantero se le mide por anotaciones”.

En 10 fechas jugadas para el Guadalajara en el Clausura 2016, Bravo solamente no ha iniciado en uno, coincidentemente en el cotejo que por vez primera en el campeonato su equipo se alzó con la victoria ante el Querétaro, 2-0.

Dice estar tranquilo, sus respuestas así son, analizadas, sin titubeos y reconociendo que la presión conforme avanza el torneo va aumentando para él, y de igual manera para el equipo al no tener resultados positivos, estando lejos de los objetivos trazados antes de iniciar el campeonato.

“Me he manejado cada que salgo en los partidos, como algo que siempre existe, sobre todo cuando estás en un equipo grande, con responsabilidad, autocrítica, trabajo, sabiendo que no hay otra cosa que te pueda sacar más que eso y esperar tener la oportunidad de revertir, porque el futbol te da eso cada fin de semana”.

Sabe que Chivas al no tener otro centro delantero de jerarquía, todo el peso para anotar recae en sus hombros y no elude su responsabilidad, la toma como es, porque él es uno de los culpables de que Chivas no tenga contundencia ante el marco rival.

“Siempre la he asumido como tal, nunca me he deslindado de nada ni cuando estás en el buen momento y en el no tan bueno. Es importante siempre salir a manifestarte, expresar tu sentir, pero, sobre todo, hacer tu mejor trabajo en lo que es futbol”.

La racha de carencia de anotaciones por la que hoy pasa Omar es una de las más agudas en su carrera, pero dice saber manejarla con entereza, porque así como han llegado torneos en los cuales estuvo certero siendo un jugador al que se le reconocía su capacidad, ahora tiene que afrontar un mal paso y no reniega, al contrario, pone más trabajo para corregir lo que no está haciendo bien.

“Seguramente sí, tengo más años, más camino recorrido, evidentemente aprendes a manejarlo mejor que cuando tienes 18 años o 20. Es algo que el futbol tiene y lo seguiré teniendo, hasta que diga, ‘ya no voy más’”.