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México (30 de septiembre).-
Antes de dejar el hotel donde se hospeda, en Paseo de la Reforma, para ofrecer este jueves su segundo concierto en el Foro Sol, Roger Waters se dio tiempo para agasajar a sus fanáticos, quienes lo esperaban en el exterior.
Desde las 10:00 horas ya había una larga fila de hombres y mujeres, a quienes les eran asignados números para poder formarse y obtener un autógrafo del músico británico, de 73 años.
A las 15:02 horas, el vocalista y bajista del disuelto Pink Floyd salió por la puerta principal del hotel vestido de jeans, playera negra y lentes oscuros.
Entre los artículos y recuerdos que la gente le llevaba para recibir su rúbrica destacaban discos compactos y vinilos de Pink Floyd, libros y fotografías.
“Al final la espera valió la pena, llegué muy temprano, me formé, pase frío para poder ver de cerca a Roger y al final se me cumplió”, comentó Christina Pardo, de 25 años.
“Siento una emoción que no puedo explicar, cuando lo tienes enfrente te gana la emoción, las ideas se te van y quedas mudo. Hoy es uno de los mejores días de mi vida porque se me hizo conocer a uno de mis ídolos musicales”, declaró Luis Antonio Rodríguez, estudiante, de 22 años.
Durante los 20 minutos que el cantante firmó autógrafos, solamente 110 personas pudieron obtenerlo, mientras que las restantes que se quedaron esperando en la fila volvieron a enumerarse para intentarlo.
A las 15:22 horas, Waters se despidió de sus seguidores levantando una mano e inmediatamente fue escoltado por su personal de seguridad a la camioneta que lo transportaría al Foro Sol.
El vehículo fue escoltado por un grupo de policías de tránsito, quienes le abrieron paso con sus motociclistas.