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Ciudad de México, México, abril 19 de 2017
El primer y segundo año de la preparatoria presentan el mayor abandono escolar, debido a que las familias de los jóvenes no tienen los suficientes recursos económicos para seguir apoyándolos, pero también a que los muchachos simplemente no ven útil continuar con sus estudios.
“Los jóvenes dejan de estudiar porque no le ven utilidad a la escuela y porque dicen que se aburren”, indicó en entrevista Jorge Barragán, director general para México de la International Youth Foundation (YFT).
Indicó que si bien en todos los niveles escolares hay deserción escolar, el desafío de México está en los primeros años del bachillerato, en esos grados es donde se da la caída “más dramática” de abandono escolar.
Datos de la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo (ENOE) indican que al cuarto trimestre de 2016 hay 21 millones 576 mil 765 jóvenes de entre 15 y 24 años, sin embargo, 51 por ciento de ellos no asiste a la escuela, que en este caso correspondería a los niveles educativos de bachillerato, media superior y superior.
En 2015, en el trimestre de referencia, prácticamente se observaron las mismas cifras de jóvenes entre 15 y 24 años y la misma proporción de personas en ese rango de edad que no asistieron a ningún plantel.
Datos del Sistema Nacional de Información Escolar (SNIE) indican que el nivel medio superior es el que reportó la mayor tasa de abandono escolar comparado con la secundaria y la universidad.
Para el ciclo escolar 2015-2016 la tasa de deserción escolar en bachillerato y preparatoria fue de 12.1 por ciento, más alta que las observadas en secundaria con 4.2 por ciento y nivel superior con 6.8 por ciento.
Barragán apuntó que hay una correlación importante entre reprobación y deserción escolar, asimismo, la probabilidad de que un joven desertor regrese a la escuela para retomar sus estudios es baja, pues en la mayoría de los casos los jóvenes comienzan a trabajar para completar los ingresos de su hogar.
Apuntó que los estudiantes que regularmente tienen menor desempeño académico y que su familia no les puede pagar una opción de educación privada, son los que no llegan a sus primeras opciones sino a las últimas.
Según las cifras, sólo 59 por ciento de las personas que ingresan a planteles de educación media superior terminaron el grado de estudios en el ciclo 2016-2017, tendencia que ha aumentado en los últimos años, contra 96 por ciento que terminaron la secundaria.
“No me da la impresión de que los jóvenes salen de un su subsistema de primer semestre para inscribirse a un segundo semestre de otro subsistema, me da la impresión de que repiten (el semestre o grado escolar); imagínate todos los recursos públicos que se están gastando precisamente por el tema de la portabilidad de estudios entre sus sistemas”, refirió.