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Mérida, Yucatán, México, 18 de octubre de 2023
Es una tremenda cantidad de “políticos” (empresarios de la política, realmente), que se están pasando a MORENA.
Eso significa, ni más ni menos que ellos ya saben (sobre todo por los del apellido de origen libanés, siempre afines al PRI y ahora al PRI Recargado (MORENA), que ellos ya saben que México, con Claudia Scheinbaum no va directo a la “venezolización” de la nación. Ya les dijeron. O bien, ¿pactaron que sus capitales no se les tocarán?
AMLO no ha violado los principios del liberalismo financiero. Mantiene en libertad el Banco de México. Éste maneja la oferta y demanda de pesos en el mercado. Por eso ha acudido a los fideicomisos, en vez de imprimir más billete. Al poner en circulación dinero existente, no requiere impresión de billete, que es lo que causa inflación.
Los del apellido libanés, gente de mucho poder en Yucatán, siempre amables cuando tienen la oportunidad de ayudar (a sabiendas que toda ayuda es un cheque a favor de ellos, en blanco, para cuando decidan cobrarlo), al pasarse del PRI a MORENA nos están comunicando algo que va en estos términos:
“No se preocupen. Esto está bajo control. Se trata de populismo democrático. No se trata de expropiación de empresas. Lo del Ejército es para tenerlo a su lado. Son felices con más armas y armamento. Ya ven que sus jets de pasajeros son los que usan en vez del que se vendió con pérdida. Todo lo que se requiere es un lenguaje “diferente”, atractivo para el “pueblo”.
Nuestras fortunas están seguras siempre y cuando paguemos impuestos para que ellos usen para continuar en el poder, protegiendo nuestros negocios, sin beneficiarnos. ¿Qué más beneficio queremos que no nos los expropien? Por lo tanto, ¡Viva MORENA!, el nuevo PRI Recargado.”
La narrativa concuerda con esos priistas que fueron demasiado racionales, como Dulce Sauri, y algunos que se salieron. Gente que, al parecer, sí, de verdad, está a favor de México, aunque tiene una idea “diferente” de la de los panistas realmente azules para resolver los problemas del país.
No importa. Ambos están de acuerdo en que México requiere INE, INAI, SCJN libre, mejor educación, mejor salud, y muchas cosas que al parecer a los morenazos, por estar con su “gran jefe nc”, tienen que aparentar estar de acuerdo con la genialidad del “patrón”.
Pero regresando al tema de los “grillos saltones”, de los “chapulines políticos”, el abucheo que recibió Rommel Pacheco en Valladolid es maravilloso. Muchos no esperábamos la actitud del “Gordito” Marín: le habíamos escuchado un magnífico discurso en el Senado, contra la intención de MORENA de quitarle poder a la SCJN. Magnífico discurso. ¿Por qué se fue con los que no escucharían jamás ese discurso? Ah, perdón, se fue al “verde”. Ese es camaleónico: toma el color que le conviene según el momento.
La ilegal intervención del presidente AMLO contra Xóchitl Gálvez, generando una figura de negatividad falsa, les hace creer que las cosas seguirán igual. No: vienen los tiempos en los que, si la ley se obedece, el Frente Amplio podrá hacer la campaña en forma. Xóchitl Gálvez está tratando de no violar el reglamento. Ha declarado públicamente que todos sus actos están fiscalizados por el INE, lo cual nos parece, a muchos, lo correcto en todos sentidos.
Estos “sabios de la política”, que creen atinarle a que Xóchitl Gálvez no podría jamás ganar, debido a la negatividad ilegal que le promovió el presidente AMLO, desde el atril presidencial, se encontrarán pronto en una desagradable sorpresa. El ciudadano mexicano, tradicionalmente, ha dicho alg a los encuestadores y hecho otra cosa cuando se encuentra solo ante su boleta. Allí es en donde se marca la encuesta final.
Millones de esos ya se dieron cuenta de que la regaron en 2018, y también millones ya se dieron cuenta de que no era cierto todo lo que el de 2018 trató de “venderles” como “verdad política” para que votaran por él. Ya aprendieron mucho más de lo que los politólogos y opiniadores se imaginan. Es una población diferente. No siempre se repiten las cosas, porque las cosas mismas provocan que las cosas cambien. Espero, de verdad, no estar equivocado.
¿O es que a los del apellido libanés y similares y conexos cambiados a MORENA se les amedrentó con algo delicado para que hicieran el cambio? “¡No, nada de eso! ¡Nos cambiamos al lado correcto de la historia por propia voluntad!”, dirán al unísono. Eso espero.
Lo increíble es que la sentencia de Mario Renato Menéndez se cumple al pie de la letra: “Todos menos el PAN”. Ese es Yucatán. Así lo decía para darles clase de política a los del equipo de Ivonne, la que ahora está en Movimiento Ciudadano, incomprensible partido político, errático como él solo, lleno de gente misteriosa, como Alfaro en Jalisco: “Debemos apoyar al Frente Amplio”. Paseó en el Tren Maya con el “gran jefe nc”. “Estoy listo para ser el candidato.
No hay ideas firmes. Hay un veletismo político que, al parecer, persigue en todo momento solidificación económica. Somos un país muy pobre en calidad de convicción ideológica porque NO CONOCEMOS lo que significa sencillamente ser liberales de lo que significa ser conservadores.
Los liberales quieren elecciones libres, justicia clara, educación de calidad, crecimiento económico, libertad emprendedora, un Estado laico, libertad de cultos, igualdad de géneros, participación ciudadana, elecciones copiosas, ofertas compatibles con el liberalismo económico, el ejército combatiendo las amenazas a la integridad nacional tanto internas como externas.
Los conservadores quieren un emperador o un rey o un dictador sostenido por el ejército; de esa figura central de gran poder, se desprenderán quiénes pueden competir, quiénes son culpables y quiénes son inocentes; la figura central determinará quién gobernará cada región y quiénes participarán en los negocios; quiénes harán las obras.
Esas son las verdaderas definiciones de Liberales y Conservadores a lo largo de la historia de México, perfectamente válidas hasta el día de hoy.
¿Cuál se parece más al morenismo político? Por favor, no sean cínicos: dense cuenta de la realidad.
Desde el atril presidencial se ha logrado impregnar una forma totalmente falsa de entender la realidad de las cosas.
Y ahora los del apellido libanés con similares y conexos, se pasan al lado de los verdaderos conservadores. El más rico de México no ha tenido un solo problema con el régimen conservador de AMLO. Le ha ido bien.