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Antes de cumplirse las fechas de inicio de la campaña electoral, los distintos partidos trataron de sacar ventaja posicionándose al través del internet. Sus operadores, con poca imaginación, utilizaban la red sólo “como respaldo” de la actividad del partido que fuera y de sus candidatos. La pobreza de propuestas y de contenidos, aunada a la escasa creatividad de los operadores, llevaron a los distintos partidos a valerse del internet primordialmente para realizar “el juego sucio”, con ataques anónimos, injurias y descalificaciones de todo tipo.
Grande fue la sorpresa de los políticos en campaña cuando emergió de la misma red un amplio y sólido descontento ciudadano en contra de la partidocracia. Los partidos no lo pueden creer todavía; atribuyen a conspiraciones y “manos negras” una campaña que creció como reguero de pólvora, sostenida sólo con aportaciones voluntarias, con la pasión de una ciudadanía engañada, con el talento de muchos mexicanos que se sienten agredidos.
Con harta imaginación, con formas novedosas y contenidos atractivos, los grupos ciudadanos hicieron saber las razones de su hartazgo y enarbolaron el “¡¡Ya Basta!!”, un no rotundo a las campañas sin contenidos ni propuestas pero con gastos excesivos.
La reacción de partidos e instituciones electorales ha sido tan torpe que sólo sirvió para incentivar el movimiento ANULACIONISTA. Lo que parece sucederá en los días y semanas por venir es el crecimiento exponencial del VOTO NULO para dejar un testimonio en las urnas y en las actas electorales difícil de ser ignorado.