No es que el regreso de ANA ROSA Payán vaya a revolucionar y a poner al PAN en el camino de los éxitos. No, el regreso de ANA ROSA, como la rehabilitación de Luis Correa y de tantos otros, podrán revitalizar al PAN en Yucatán por el cambio de actitud que entrañan.

Con ellos retornaría la modestia y el espíritu gregario al partido blanquiazul. Con ellos se recuperaría el valor de la experiencia y se brindaría reconocimiento al “trabajo gris” que se hizo en los años duros del panismo y de la hegemonía priista.

¿Trabajar con jóvenes? Sííííííí, desde luego, resulta fundamental y urgente, pero sin excluir a los “veteranos”, buscando la integración generacional y, por sobre todas las cosas, la suma de esfuerzos, la aportación de todos, cada quien desde su trinchera, sin importar el género, la edad, el nivel socio-económico.

Lo importante para la democracia en Yucatán es que el PAN reconozca sus errores y deslices, que los enmiende y que retome el camino de cara a la sociedad, sirviendo a la gente y a los intereses mayoritarios. Justamente lo que dejó de hacer tan pronto alcanzaron el PODER.

No hay otra, pues, que retomar el camino del trabajo persistente, la BREGA de ETERNIDAD que le supo imprimir don Manuel Gómez Morín.