El 1 de agosto de 2008, a un año de su toma de posesión como Gobernadora Constitucional de Yucatán, Ivonne Ortega organizó -no rindió ante soberanía alguna-, el llamado "Primer Informe Ciudadano": evento sin apego a la Constitución pero que, con la comparsa mediática, llenó el Teatro Peón Contreras con representantes de la clase política y luego tuvo como colofón una "magna vaquería popular" con cerca de 10 mil personas en la Plaza Grande de Mérida.

Fue en esa ocasión cuando Ivonne Ortega lloró por primera vez en público cuando dijo: "No estoy satisfecha, porque en Yucatán muchos niños siguen yendo a la escuela con enormes carencias de salud, nutrición y vestido." Y minutos más tarde superó la pena: rió, saludó, besó y bailó, abriéndose paso entre la multitud apretujada.

Después nos enteraríamos, por boca de la misma mandataria, que desde esas fechas de fiesta y baile, había amenazas del narcotráfico, que culminaron con el macabro hallazgo de 12 ejecutados a las afueras de Mérida, el 28 de agosto. Pero "no nos dejamos intimidar", dijo Ivonne Ortega y, pregunto yo, ¿la mejor idea fue congregar a miles de personas, familias enteras, para "celebrar" un año de mandato? La respuesta de la mandataria fue contundente: "¡me lo merezco!".

Para este 2009, la amenaza no es del narco, pero ya es pública: Yucatán ocupa el segundo lugar nacional en incidencia de casos de Influenza H1N1: mil 946 casos -de los cuales mil 636 son en Mérida-, 8 muertos y estimaciones de 36 nuevos casos diarios. ¿Qué hará ahora nuestra mandataria? Las recomendaciones de autoridades sanitarias son categóricas: evitar eventos masivos, extremar acciones preventivas ¿Escuchará Ivonne Ortega a Yucatán, tal como lo prometió?

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