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En buen berenjenal político nos encontramos metidos los mexicanos, todos. Después de construir paso a paso, durante años, un complejo instrumental para desmantelar el presidencialismo autoritario y su contraparte, la hegemonía priísta, esa pesadísima estructura político-electoral se ha vuelto en contra de la democracia, convertida que está en la principal palanca de la CARTELIZACIÓN POLÍTICA que impera en México y cuya manifestación más visible (por insultante) es la CRETINIZACIÓN.
¿Qué quiero decir con CRETINIZACIÓN política? Simple y llanamente que estamos gobernados por CRETINOS, por tontos útiles a los poderes fácticos, políticos escogidos para ganar el voto mediante técnicas de mercadeo pero que, lejos de representar los intereses mayoritarios sirven abyecta e incondicionalmente a los intereses de los grupos que los pusieron: los poderes fácticos (grupos financieros, consorcios de comunicación; Iglesia católica; ejército; cárteles de gobernadores; narco cárteles; etc.).
Está más que demostrado que los órganos electorales del país (TEPJF e IFE) fueron coptados por los grupos de poder fáctico, valiéndose de la influencia definitiva que tienen estos grupos en el Congreso y en los partidos políticos. A nivel estatal, cada gobernador se ha encargado de subordinar a los órganos electorales locales sea mediante la cohersión política o mediante la corrupción.
Veamos lo que ocurre en el Congreso. Éste está, en sus dos cámaras, aparentemente controlado por las facciones partidistas; pero la realidad nos muestra que el control operativo lo tienen los gobernadores y que, cuando éstos se ponen de acuerdo, no hay fuerza nacional ni cúpula o personaje que pueda contrarrestar sus decisiones. La reciente aprobación del presupuesto de ingresos para el 2010 no demostró cómo, el aumento de un impuesto COBRADO por los estados y cuya captación SE DEVUELVE EN PARTE a los estados, un impuesto distribuible como el IVA, se acepta aumentarlo, mas no el “impuesto para la pobreza”, que sería captado y manejado, en su totalidad, por el Gobierno Federal. ¿Se entiende la lógica del poder y de los votos del CÁRTEL de los GOBERNADORES?
En Yucatán tenemos un ejemplo muy cercano y muy evidente de la CRETINIZACIÓN política a la que me refiero. Ivonne Ortega es, sí, una persona con grandes limitaciones personales y poca y muy pobre cultura política. Pero es, en cambio, una mujer sin principios, con arrestos de sobra para hacer e imponer lo que quiere y le conviene, al precio que sea y pasando por lo que sea. Su apuesta es a la popularidad, concepto político que proviene de “populo”, pueblo, pero que en realidad supone emociones, reacciones sensoriales (percepciones) más que razones e intereses reales y profundos.
A Ivonne Ortega le preocupa y le ocupa ser una gobernadora “popular”, no le interesa ser una buena política, una gobernadora responsable. Aunque se ocupa más en atender y satisfacer a los grupos de poder fáctico (Salinas, Iglesia, Grupo Atlacomulco, Cártel de Gobernadores, Narcos, Elba Esther, Roberto Hernández, Slim, TELEVISA, etc.) dedica tiempo y dinero para repartir migajas a los pobres, sea en los pueblos o en las acostumbradas “audiencias ciudadanas”. ¿Responsabilidad fiscal y financiera en el gasto público? Eso, simplemente, no importa, nada le importa a Ivonne Ortega.
¿Rendición de cuentas, transparencia gubernamental? Arredovalla, conceptos huecos para una mujer que trae el justam bien fajado…
¿Visión de futuro, compromisos de largo plazo? Lo que importa en este momento es ganar, avasallar por la Alcaldía de Mérida porque, entonces sí, no habrá nada ni nadie que escape al maiceo de la señora…
Por más que nos duela y nos lamentemos en Yucatán, el caso de Ivonne Ortega es apenas un ejemplo, una pequeña pieza de la maquinaria que marca el rumbo y el ritmo en la política del país, que asegura y controla la cretinización al través del complejo sistema electoral que nos hemos dado. Si queremos escapar a la política inmediatista y utilitaria, al autoritarismo del Cártel de los Gobernadores, tenemos que echar abajo, una a una, las decisiones de sus personajes y de las instituciones que controlan. Lo que ocurrió en Iztapalapa, con Juanito, es un buen ejemplo de lo que se puede hacer para contrarrestar las imposiciones de la mafia electoral que sirve al Cártel de los Gobernadores. El arribo de Clara Brugada constituyó una derrota, una afrenta para quienes controlan la democracia electoral y para quienes les sirven de manera abyecta, en particular, para los consorcios televisivos que hicieron todo, todo, por descarrilar el relevo institucional de Juanito.