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MADRID, España, 18 de junio.- Juan Carlos I de España promulgó la Ley de Abdicación con la que pone fin a sus reinado de 39 años y cede la Corona a su hijo, el príncipe de Asturias, que el jueves será proclamado Felipe VI.
A la firma de la ley en el Salón de Columnas el Palacio Real, asistieron la reina Sofía, los futuros reyes Felipe y Letizia, acompañados por sus hijas, las infantas Leonor y Sofía, además de las principales autoridades españolas.
Tras la lectura de la Ley, que fue redactada especialmente tras el anuncio de la abdicación del rey el pasado 2 de junio, el monarca -con una visible cojera tras sus últimos problemas de salud -y el Jefe de Gobierno español, Mariano Rajoy, firmaron la norma que se publicará el jueves.
Después, un Juan Carlos visiblemente emocionado recibió una larga ovación del auditorio en pie tras saludar cariñosamente a su esposa Sofía y fundirse en un abrazo con su hijo.
Juan Carlos I, de 76 años, mantendrá oficialmente la Corona hasta el jueves por la mañana, tiempo de España, cuando se proclamará a Felipe VI, de 46 años, en una sesión conjunta del Congreso.
Al acto no asistirá Juan Carlos I, quien sí estará más tarde en la recepción que los nuevos monarcas ofrecerán en el Palacio Real.
Juan Carlos I, de 76 años, firmó la Ley que autoriza su abdicación como rey de España, abriendo la vía para la proclamación de su hijo Felipe como nuevo monarca mañana jueves.
Vestido con traje azul marino y corbata rosa y visiblemente emocionado, el monarca rubricó la Ley aprobada ya por el Parlamento, antes de recibir una gran ovación del centenar de asistentes a la breve ceremonia en el Salón de Columnas del Palacio Real de Madrid, reservado a los actos solemnes.
La Ley, que fue elaborada para regular una abdicación inédita en la actual democracia española, fue refrendada después por el Jefe de Gobierno, el conservador Mariano Rajoy.
Sentado junto a su esposa la reina Sofía, y la nueva pareja real, Felipe y Letizia, Juan Carlos, tras la firma, abrazó efusivamente a su hijo, de 46 años, que el jueves será proclamado nuevo rey en un acto en el Congreso sin la presencia de su padre.
Tampoco asistirán jefes de Estado extranjeros ni representantes de otras monarquías ni habrá, a diferencia de la proclamación de Juan Carlos I en 1975, una ceremonia religiosa.
Recibido por última vez con honores de Jefe de Estado, Juan Carlos, con los ojos empañados por la emoción mientras se leía el discurso en que el 2 de junio anunció su decisión de dimitir, firmaba así la última ley de su reinado.
Diputados y senadores la habían aprobado el 11 y 17 de junio respectivamente, por muy amplia mayoría, pese a la oposición de partidos pequeños que pedían la celebración de un referéndum para el elegir entre monarquía y república.
Felipe VI hereda de su padre un país sumido en la crisis económica, con crecientes tensiones con los nacionalistas catalanes y vascos e indignados por los múltiples casos de corrupción que erosionaron la legitimidad de las instituciones. (Agencias)