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Valeria Fernández850 palabras
México (4 de marzo).- El ex presidente nacional del PRI, Humberto Roque Villanueva, considera que aunque lo que afecta al partido afecta al presidente Enrique Peña Nieto, y viceversa, hoy el Ejecutivo “no se ha arrinconado, no está contra las cuerdas como algunos metafóricamente quieren hacer sentir”.
En entrevista, de cara al 86 aniversario del partido que cumple hoy 4 de marzo, tras explicar que la “sana distancia” entre PRI y el Presidente no funciona, sino más bien, la “correcta cercanía”, Roque Villanueva ve al Presidente “echado para adelante”.
Para Roque Villanueva, la ideología priísta requiere de una “aceitada” que se debe dar en mejores formas para capacitar cuadros.
¿Cómo ve al PRI a sus 86 años?
— Yo creo que el estado actual del partido es de salud política y de frescura intelectual.
¿Sí hay un nuevo PRI?
— Esto del viejo, del nuevo, nunca me ha gustado, no son expresiones que yo acepte ya como de acuñamiento obligado.
¿Qué le cambiaría a su partido?
—No le cambiaría el nombre, no le cambiaría los colores, no le cambiaría su logotipo ni su lema, trataría de actualizarlo lo más posible.
¿Qué hay que actualizar?
— Se ha hecho un esfuerzo de actualización en el tema programático más que ideológico. Yo creo que la ideología del PRI es la que menos ha cambiado, sí ha cambiado su programa de acción, ahí sí estoy totalmente de acuerdo y se me hace natural y sus estatutos conforme vamos cambiando.
¿A quién hace caso hoy el PRI?
— El partido le tiene que hacer caso a sus estatutos, a su declaración de principios, a su programa de acción.
El Presidente es el primer priísta, ¿manda en el partido o hay sana distancia?
—Yo creo que lo que ha dañado al partido es la sana distancia, la correcta cercanía nunca lo ha dañado. Que existan personajes que no hayan interpretado correctamente esta sana cercanía y haya habido excesos, no significa que el esquema esté equivocado, el esquema equivocado es el de la sana distancia. La sana distancia es lo que perjudicó al PAN, que nunca pudo hacer nada en los dos sexenios porque nunca encontraron su lugar, estaban demasiado habituados a ser oposición y luego fueron oposición de sí mismos y luego hasta desafiaron a su propio Presidente.
¿Si algo afecta al Presidente afecta al partido y viceversa?
— Aceptemos que así es, con una diferencia: el Presidente, para fortuna de los priístas y espero que de todos los mexicanos, no se ha arrinconado, no está contra las cuerdas como algunos metafóricamente quieren hacer sentir. Yo veo al Presidente echado para adelante con sus reformas, complementando su esquema de programa de gobierno, incluso, el asunto de la Cruzada contra el Hambre, entonces, yo al Presidente lo veo gobernando sin complejos. Al PRI lo veo organizado, apoyando al Presidente con lo que mejor puede hacer: que es ganar elecciones.
¿El Presidente manda en el partido?
— Bueno, su opinión es altamente respetada en el partido. Yo lo dejaría así, porque es tan difícil distinguir cuándo es una orden, cuándo es una sugerencia, cuándo es un planteamiento y el PRI es receptivo a los tres.
¿Qué diferencia ve entre el PRI de Zedillo y el de hoy?
— Desde luego, aquél partido se debilitó, era, como dijera Gabriel García Márquez, la crónica de una muerte anunciada. Nosotros teníamos ya, con esos cambios de presidente de partido, la crónica de una derrota electoral que le tocó cargar a Pancho Labastida. El hecho es de que esos cambios tan frecuentes de partido impidieron que hubiera una estrategia político electoral. Yo veo en el caso del presidente Peña Nieto un estilo solidario con el PRI, más cuidadoso de las formas y creo que entre César Camacho, como gran operador político que es, y Enrique Peña Nieto, como gran diseñador de una política que yo espero trascienda sexenios gracias a sus reformas, veo un equipo extraordinario.
¿Se acabaron las indisciplinas?
— Disciplina hay. Aprendimos la lección, porque gran parte de nuestro problema fue la indisciplina. El PRI dividido, será vencido.
¿Hoy no está dividido, no hay inconformes internos?
— Lo que pasa es que hay que tener memoria. Las tensiones siempre han existido y en el pasado fueron más graves.
¿Los juniors deben heredar el partido?
— No, por supuesto que no. Pero afortunadamente son pocos casos.- (RedPolítica)