643 palabras
México (20 de abril).- En México se emplea un 6.2 por ciento de los mil 489 millones de mililitros cúbicos totales de agua que el país recibe anualmente según cifras de la Conagua.
No contar con agua potable tiene serias consecuencias para la salud, que pueden ir desde diversas infecciones en órganos blandos -estómago, intestinos, vesícula, etc- hasta problemas en la piel y diversos parásitos.
El problema del agua potable se prevé como el de mayor relevancia para las sociedades modernas, que al incrementar la demanda industrial, ha condenado a las comunidades a la restricción de este recurso vital y se estima que para el 2050 la demanda aumentará en un 55 por ciento, principalmente por parte de la población que vivirá en cuencas con severos problemas de escasez.
La contaminación tóxica del agua tiene un alto costo para la sociedad en su conjunto: entre más agua sea contaminada en los afluentes, más costoso será potabilizarla para llevarla a las ciudades y atender los impactos que deje en las comunidades y en el medio ambiente que fueron afectados.
Actualmente se trabaja desde diversas organizaciones para solventar este problema de agua; se ha prestado especial atención a aquellos proyectos que la logran potabilizar nuevamente. El más reciente trabajo realizado por el Corporativo Jhostoblak, promete tener la tecnología capaz de recuperar los minerales en el agua y hacerla pura, y por lo tanto consumible, nuevamente.
Estos ingenieros mexicanos han logrado crear un sistema que funciona a partir de la disociación molecular, es decir, que se separan los contaminantes existentes en el líquido y que funciona de manera indistinta para tratar desde el agua de mar y residual de origen doméstico, hasta aquella que proviene de hospitales, hoteles, comercios e industrias.
El Sistema PQUA clasifica en una cisterna de homologación el tipo de agua a tratar, con base a esta segregación comienza a dosificar los reactivos químicos necesarios para su tratamiento. Pasa por todo un proceso de separación de sólidos, materias orgánicas e inorgánicas, así como metales pesados a través de diversos filtros antes de terminar con un producto bebible, sin olores y de sabor neutro.
“Contamos con más de 50 pruebas realizadas en diferentes tipos de agua residual y todas han sido certificadas por la Entidad Mexicana de Acreditación (EMA). Asimismo, el Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Monterrey, el Colegio de México y el Instituto Politécnico Nacional han otorgado su validación de que el agua potabilizada con nuestra tecnología cumple con la norma NOM SSA 127, la cual indica los parámetros y características de calidad del vital líquido que puede ser utilizado para consumo y uso humano”, subraya el Corporativo Jhostoblak.
Actualmente este corporativo esta interesado en usar su proyecto con aguas de Xochimilco, aun cuando tienen barreas económicas y políticas para hacerlo, consideran que esta zona se vería altamente beneficiada con un sistema de purificación que tarda tan solo 2.5 minutos en limpiar el agua y que ayudaría a controlar las tierras muertas, que no cuentan con agua de calidad para su uso agrícola o ganadero y mucho menos para el consumo humano.
Este trabajo ha sido reconocido por Estados Unidos y Suiza, lugares en los cuales ya se cuenta con certificación; aquí en México su implementación dependerá de la emisión de nuevas leyes en materia de uso, consumo y descarga de agua.- (Agencias)