México (18 de abril).- La tentación de recoger un teléfono celular de la calle fue el error que cometió Juan Jesús Rangel Contreras, el cual lo mantendrá en prisión por muchos años.

El hombre de 21 años, de ocupación albañil, comparte los pormenores de cómo llegó al Penal de Saltillo.

Un domingo en la casa de un tío, con domicilio en una colonia al norponiente de Saltillo, tenían fiesta y al dirigirse a comprar unas cervezas clandestinas observó a “una bola de malandros” que corría ante la presencia de una patrulla de la Policía Municipal.

En la huida, uno de los pandilleros tiró un teléfono celular que Juan recogió, rápidamente lo guardó en la bolsa y continuó su camino.

Momentos después, los uniformados lo detuvieron al exterior de la vivienda de su familiar y lo acusaron de robo, ya que momentos antes por el sector los pandilleros habían asaltado a un menor, a quien le quitaron el aparato y otros objetos.

Luego de ser llevado a los separos municipales, fue trasladado al Cereso varonil, donde luego fue consignado por el agente del Ministerio Público.

Ahora, el joven de la colonia Loma Linda enfrenta la cárcel por el delito de robo con violencia; lleva un año y un mes en el Penal, y está a la espera de su sentencia, la cual podría ser de varios años.

Un abogado le ha dicho que le podrían dar cuatro años de encierro, pero dice que es injusto que esté preso cuando es inocente, por lo que sigue promoviendo acciones para que le reduzcan la condena o pueda irse libre. No obstante, dice que no cuenta con testigos.

Señala que está arrepentido porque los años que pase en prisión será tiempo perdido; no podrá convivir con su mujer, con la que vivía en unión libre, ni con su hijo. Comparte que no ha podido dar el paso del matrimonio porque, como muchos hombres, teme que le vaya mal.

Le da más coraje porque nunca había estado preso, ni siquiera había sido detenido alguna vez. Cuenta con estudios hasta la secundaria, aunque en el centro penitenciario efectúa la preparatoria y está dispuesto a participar en diversos cursos.

Su estadía en el Penal se le ha hecho pesada, “el encierro es largo, se hace eterno”, detalla.- (Agencias)