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Sinaloa (24 de septiembre).- Obligado por el escándalo desatado por la manipulación de las emisiones de gases contaminantes en sus vehículos diésel en Estados Unidos, el CEO de Volkswagen, Martin Winterkorn, dimitió este miércoles a su cargo.
Luego de la presión que estalló el viernes, cuando la Agencia de Protección Medioambiental (EPA, por sus siglas en inglés) reveló que VW había manipulado casi medio millón de automóviles para engañar las pruebas de emisiones contaminantes en Estados Unidos.
Este mismo miércoles, Winterkorn tuvo que responder ante una comisión del directorio de Volkswagen Audi Group (VW AG) por el escándalo en EU, el peor para la compañía en sus 78 años de historia.
Volkswagen necesita un nuevo comienzo, también en términos personales. Con mi dimisión dejo el camino libre… Estoy impactado por los acontecimientos de los últimos días, sobre todo, estoy impresionado porque una conducta errónea a esta escala sea posible en el grupo Volkswagen”.
Fueron investigadores de la Universidad de West Virginia y el Consejo Internacional del Transporte Limpio (Clean Transportation) los que descubrieron el controversial software, luego de una investigación que inició en 2013 como parte de un proyecto “para evaluar las emisiones” en circunstancias reales de operación de los vehículos ligeros diesel en Estados Unidos.
La prueba consistió en analizar directamente los humos que salían del tubo de escape de los coches obteniendo resultados en los que se determinaba que las unidades de VW pasaban en un principio las pruebas de gases, pero en circulación por carretera emitían hasta 40 veces más contaminantes de lo permitido.
Los investigadores enviaron sus resultados a la Agencia de Protección Medioambiental, que abrió una nueva indagatoria a Volkswagen en mayo de 2014.
El daño a la reputación de Volkswagen quedó implícito en la respuesta del mercado bursátil. En dos días la firma perdió cenca de 27 mil millones de dólares en su valor. El lunes, Michael Horn, director de VW en Estados Unidos, reapareció ante medios y comentó La hemos cagado por completo“.
Por su parte, la automotriz alemana admitió a través de un comunicado el martes que el engaño afecta a 11 millones de vehículos en todo el mundo, incluyendo los 482 mil autos vendidos en Estados Unidos.
La empresa informó que tiene previsto apartar 7 mil 300 millones de dólares (6 mil 500 millones de euros) para cubrir costos de servicio y otros gastos derivados del escándalo, que ha empañado la reputación de fiabilidad de la armadora.
Sin embargo parecerán insuficientes pues, la investigación de las autoridades estadounidenses podría derivar en una multa cercana a los 18 mil millones de dólares.
Además, Volkswagen emitió una advertencia sobre su pronóstico de ganancias para el siguiente trimestre después de reconocer que algunos de sus 11 millones de vehículos diésel en todo el mundo portan el software que es señalado en Estados Unidos. Aunado a ello, la automotriz alemana también deberá enfrentar las demandas de quienes compraron esos autos persuadidos de que emitían entre 10 y 40 veces menos gases tóxicos como decía la empresa al promoverlos.
El martes trascendió que el gabinete de abogados Hagens Berman ya presentó una demanda colectiva en más de veinte estados en la que acusa a Volkswagen de fraude y publicidad engañosa.
Y no sólo eso, según la agencia calificadora de riesgos Fitch, las potenciales acciones judiciales podrían convertirse en una factura muy pesada para la compañía en los dos próximos años. Esto sin considerar el descrédito que tendrá la marca en el futuro.
Brasil, uno de los mayores mercados mundiales de Volkswagen podría ser el siguiente país que emprenda una investigación en contra de la automotriz, a raíz del escándalo en Estados Unidos. El martes, Alemania, Francia, Italia y Corea del Sur anunciaron que contemplan iniciar un recurso o que están por emprender sus pesquisas. De acuerdo a medios locales, el Ministerio de Medio Ambiente brasileño va a pedir aclaraciones a la empresa para esclarecer si hubo fraude en la medición de emisiones de sus autos en territorio brasileño en donde sólo de enero a septiembre fueron vendidos 205 mil vehículos.