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Vaticano (9 de septiembre).-
A través del libro Las últimas conversaciones, el Papa emérito Benedicto XVI, Joseph Ratzinger, habla —entre otras cosas— sobre su renuncia y la sorpresa que le causó que su sucesor fuera Jorge Mario Bergoglio, quien representa que la Iglesia está en movimiento, es dinámica, abierta, y tiene ante sí perspectivas de nuevos desarrollos.
Calificó al Papa Francisco como el “hombre de la reforma práctica” y aceptó que su punto débil fue la “poca determinación en el gobernar y tomar decisiones”; pero asegura que no se siente un fracasado, ya que durante su gestión atravesó momentos difíciles.
En el libro, que sale a la luz hoy en Italia y resulta de una entrevista del periodista Peter Seewald, Ratzinger agrega que su dimisión no se dio bajo presión ni como una fuga ante los problemas.