649 palabras
México (13 de diciembre).-
Petróleos Mexicanos (Pemex) es susceptible de seguir enfrentando corrupción en la contratación de bienes y servicios en la nueva etapa de apertura y cambios emprendidos a raíz de la aprobación de la reforma energética.
La Unidad de Control Interno Institucional, de la Dirección Operativa de Procura y Abastecimiento de Pemex realizó una investigación para detectar posibles “riesgos” en su nueva relación con terceros a lo largo de la cadena de adquisiciones, contrataciones y administración de proyectos, y detectó 94 que pueden presentarse en los procesos de contratación de bienes y servicios.
Incluso, alerta sobre dos conflictos potenciales en materia de alianzas: la concertación de alianzas con “información suministrada por el proveedor de manera poco confiable e inoportuna, o por términos y condiciones de concertación de alianzas elaborados en forma desfavorable para la empresa”.
La mayor parte de estos riesgos tiene que ver con “decisiones o medidas indebidas para favorecer a un tercero en la adjudicación de contratos” durante el proceso de procura, mediante el cual la empresa gestiona los bienes, arrendamientos y servicios con terceros que satisfagan los requerimientos de la cadena productiva en las mejores condiciones para Pemex.
La información proporcionada vía el Instituto Nacional de Transparencia, Acceso a la Información y Protección de Datos Personales (Inai), con fecha del 9 de noviembre de este año, reveló que los peligros detectados “fueron evaluados de acuerdo con el impacto que tendrían en el negocio, así como si éstos pueden ser manejados internamente o si se depende de instancias o regulaciones externas, en las cuales, la empresa no tiene poder de decisión”.
Los resultados obtenidos fueron clasificados en dos apartados: riesgos de corrupción inherentes del proceso de procura, y riesgos de operación inherentes del proceso de procura. En el primer caso se identificaron 30 riesgos de corrupción, de los cuales 12 son clasificados como de “alto impacto” y 14 de “medio impacto”.
Destacan como riesgos de alto impacto la información indebidamente divulgada intencionalmente sobre un proceso de adjudicación para beneficiar a un tercero; propuestas técnicas o económicas modificadas intencionalmente en fechas posteriores para favorecer a un tercero; contrato adjudicado indebidamente para favorecer a un tercero, y condiciones del contrato modificadas intencionalmente para favorecer a un tercero.
Además, fianzas o garantías que no cumplen con las condiciones establecidas y aceptadas de manera indebida e intencional para favorecer a un tercero; fianzas por calidad o vicios ocultos no aplicadas intencionalmente para favorecer a un tercero; obra no ejecutada y pagada intencionalmente para favorecer a un tercero; procedimiento de recisión no ejecutado de manera indebida e intencional para favorecer a un tercero, o bienes o servicios aceptados intencionalmente sin cubrir las condiciones pactadas (especificaciones, cantidad, plazos y grado de especialización de inspección) para favorecer a un tercero.
Entre los riesgos de corrupción de medio impacto destacan la solicitud o necesidad de bien o servicio dirigida intencionalmente para favorecer a un tercero; modelo de contratación manipulado intencionalmente para favorecer a un tercero, y bases o condiciones de compra elaboradas intencionalmente para favorecer a un tercero.
Otros en la misma categoría son trabajos adicionales no requeridos y autorizados intencionalmente parea favorecer a un tercero; ajustes de precios aplicados de manera indebida e intencional para favorecer a un tercero; anticipo no amortizado de manera indebido e intencional para favorecer a un tercero.
En cuanto a los riesgos de operación inherentes del proceso de procura, se identificaron 64 en total, de los cuales 33 son de alto impacto, 27 de medio impacto y sólo 4 fueron considerados de bajo impacto.