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México (13 de diciembre).-
En la Basílica de Guadalupe se lleva a cabo la celebración de la Misa de las Rosas, la mayor ofrenda para la Guadalupana en su día. Es el cardenal Norberto Rivera quien ha hecho dos peticiones especiales.
La primera, que toque el corazón endurecido del presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, para que vea como hermanos a los mexicanos, para que sea tolerante, amoroso y justo con quienes han forjado una nación plural, con aquellos millones de migrantes afligidos y amenazados en busca de trabajo o un mejor nivel de vida, que fueron a los Estados Unidos y que ahora enfrentan un panorama incierto.
Norberto Rivera pidió a la Virgen de Guadalupe fortaleza y cuidado para los padres que se angustian por la posibilidad de perder el trabajo, a las madres que temen ver separadas a sus familias, esperanza a los jóvenes que no puedan y deben abandonar sus estudios, y fuerza a aquellas familias que reciben dinero de ese país.
También ha pedido el apoyo de los obispos norteamericanos y mexicanos para defender a los migrantes y al pueblo norteamericano, apoyar a quienes con duro trabajo han dado prosperidad a su país.
La segunda petición importante fue para que alivie a un México enfermo de violencia y herido de injusticia.
Pidió apoyo para conmover el corazón de los violentos y pecadores, a proteger a todas las familias y a los gobernantes darles vocación de servicio, porque dice, la solución está en la unidad, pero sobre todo en perder el miedo, a dar amor, respeto y solidaridad en todos los ámbitos de la vida.
Ese fue el menaje del caderdenal durante la Misa de las Rosas, con la que se cierran las celebraciones del 485 aniversario de las apariciones de la Virgen de Guadalupe en el Cerro del Tepeyac.