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México (9 de febrero).-
La visita del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, a Reino Unido provoca oposición entre políticos de izquierda que consideran prematura la invitación, mientras para diputados conservadores es necesario hablar con “el país más poderoso” del mundo.
Mientras, la petición ciudadana en contra de la visita de Estado reunió en días pasados casi un millón 900 mil firmas, por lo que será debatida en el parlamento el próximo 20 de febrero.
El presidente del Comité de Hacienda de la Cámara de Diputados, Andrew Tyrie afirmó a Notimex que aún está considerando su posición sobre este tema.
“Aún estoy pensando en este asunto pero mi instinto está con la primera ministra: estamos mucho mejor hablando con la nación más poderosa con la que tenemos fuertes lazos culturales e históricos en lugar de alejarnos de los Estados Unidos”.
El político, del gobernante Partido Conservador, señaló que se debe de “mantener una relación cercana al tiempo que seamos francos en áreas de discrepancia”.
Sobre el muro que propone Trump en la frontera con México, el legislador aseguró que la diplomacia debe prevalecer en los desacuerdos.
“No soy diplomático, pero la diplomacia es muy capaz de incorporar desacuerdos fuertes ocasionales… porque la alternativa técnica a la diplomacia es la guerra y nadie quiere hacer algo tan estúpido”.
Aseguró que Reino Unido ha discrepado con Estados Unidos en temas diversos como la disputa entre el entonces presidente Ronald Reagan y la primera ministra Margaret Thatcher.
“Recuerdo que Margaret Thatcher fue muy cortante con Ronald Reagan, su muy cercano amigo, muy directa de hecho en tres o cuatro temas” en los que difería con el mandatario estadunidense.
Recordó que ambos tuvieron desacuerdos sobre temas nucleares, la guerra contra Argentina por Las Malvinas y la invasión estadunidense a la isla caribeña de Granada en 1983, un territorio de la Mancomunidad Británica.
“Una relación fuerte como bien sabemos puede implicar también el intercambio directo y franco de opiniones”, concluyó el diputado conservador.
La primera ministra Theresa May extendió la invitación para que Trump visite Reino Unido a tan solo una semana de haber asumido el poder, cuando ambos se reunieron en Washington en la primera visita oficial de un líder político extranjero al nuevo mandatario estadunidense.
Trump ha provocado la inconformidad de políticos de izquierda y ciudadanos tras sus comentarios acerca de las mujeres y su reciente prohibición a la entrada de ciudadanos de siete países de mayoría musulmana.
Hoy, el líder de la oposición Jeremy Corbyn manifestó que la visita de Trump debe cancelarse. “Mi posición es que Donald Trump no debe venir a Reino Unido”, señaló a la cadena británica BBC.
Por su parte, el jefe de Scotland Yard, Bernard Hogan-Howe dijo que la visita de Trump que podría ser en junio costaría “alrededor de un millón de libras”, para garantizar la seguridad del mandatario y contener las protestas ciudadanas.