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Washington, Estados Unidos, febrero 22 de 2017
gobierno de Estados Unidos anunció nuevos criterios que abren la puerta a la deportación masiva de unos 11 millones de indocumentados.
El secretario de Seguridad Nacional, John Kelly, quien mañana visitará México, firmó dos memorandos con los cuales endurece el control migratorio, que implica acelerar el proceso de expulsión y contratar a 15 mil agentes.
Los nuevos lineamientos sobre cómo implementar las dos órdenes ejecutivas que el presidente Donald Trump firmó el 26 de enero no incluyen a los jóvenes llamados dreamers.
Sin embargo, no sólo se perseguirá a los migrantes con cargos criminales violentos, sino también a todos los que han “abusado” de beneficios públicos o a los que, “a juicio de un agente de inmigración, puedan suponer un riesgo para la seguridad pública y nacional”.
En conferencia de prensa, el portavoz de la Casa Blanca, Sean Spicer, recordó que “todo el mundo que está aquí ilegalmente puede ser deportado en cualquier momento”.
El pasado 9 de febrero, un tribunal estadunidense rechazó los alegatos de Trump para revivir su veto migratorio.
En tanto, el Departamento de Seguridad Nacional anunció, sin dar fecha, que la construcción del muro iniciará con recursos propios en las zonas fronterizas con Ciudad Juárez, Chihuahua; Nogales, Sonora, y Mexicali, Baja California.
El gobierno de Donald Trump estableció ayer nuevas directrices para reforzar el control migratorio en Estados Unidos, con un agresivo plan que incluye acelerar el proceso de deportación de inmigrantes indocumentados y contratar a 15 mil nuevos agentes.
Pero en las nuevas directrices quedan exentos los jóvenes indocumentados (Dreamers o Soñadores) que llegaron a Estados Unidos como menores de edad.
Se trata de dos memorandos en los que se recoge cómo implementar las dos órdenes ejecutivas sobre seguridad fronteriza e interna que Trump firmó el 26 de enero.
El auge de la inmigración ilegal en la frontera sur ha sobrepasado a las agencias y los recursos federales y ha creado una significativa vulnerabilidad en la seguridad nacional de EU”, subraya uno de los documentos con los nuevos ejes de política migratoria.
Los memorandos, divulgados ayer y firmados por el secretario de Seguridad Nacional, John Kelly, supone en la práctica un cambio de 180 grados respecto a las políticas del expresidente Barack Obama y abre la puerta a las deportaciones masivas en EU de inmigrantes indocumentados.
En concreto, precisa que no sólo se perseguirá a los inmigrantes indocumentados con cargos criminales violentos, sino también aquellos que hayan “abusado” de los beneficios públicos o que, “a juicio de un agente de inmigración, puedan suponer un riesgo para la seguridad pública y seguridad nacional”.
El Departamento de Seguridad Nacional”, agrega el memorando, “ya no eximirá clases o categorías” de extranjeros indocumentados de “una potencial aplicación de la ley”.
En su rueda de prensa diaria, el portavoz presidencial, Sean Spicer, dijo que el objetivo “es dar más autoridad a la agencia federal para hacer cumplir leyes migratorias” y recordó que “todo el mundo que está aquí ilegalmente puede ser deportado en cualquier momento”.
Obama había marcado como prioridad la deportación de inmigrantes indocumentados con antecedentes penales e historial criminal, y dejaba de lado a los inmigrantes indocumentados con violaciones menores de la ley, como conducir sin licencia o tener una luz rota del coche.
Durante la campaña electoral del pasado año, Trump prometió deportar a los 11.1 millones de indocumentados que se creen que viven en el país, aunque posteriormente, tras su victoria en los comicios de noviembre, situó ese número entre los 2 o 3 millones.
El gobierno de Trump, no obstante, reconoce la falta de recursos, por lo que ordena la contratación de 15 mil nuevos agentes encargados del control migratorio y otorga mayores poderes para que agentes estatales y locales colaboren en estas labores.
Los 15 mil nuevos agentes que anuncian los memorandos del Departamento de Seguridad Nacional se dividen en dos grupos: diez mil nuevos agentes del ICE y cinco mil nuevos de la Patrulla Fronteriza.
Quedan, sin embargo, fuera de esta rotunda expansión de la autoridad de las fuerzas de seguridad los jóvenes indocumentados (Dreamers o Soñadores) que llegaron a EU como menores de edad.
En el documento del Departamento de Seguridad Nacional se especifica que estos jóvenes indocumentados “no” se verán afectados por las nueves órdenes de la agencia federal, lo que supone una marcha atrás en las promesas de Trump durante la campaña en la que prometió derogar el Programa de Acción Diferida para los llegados en la Infancia (DACA), impulsado por Obama en 2012.
Este programa permite a los jóvenes frenar su deportación, obtener un permiso de trabajo y una licencia de conducir, aunque establecía que, para seguir gozando de estos beneficios, los jóvenes debían renovar el permiso cada dos años.
El DACA permitió frenar la deportación de 750 mil soñadores. Pese a prometer durante la campaña que iba a derogar ese programa, la semana pasada Trump reconoció que “es uno de los temas más difíciles” con los que se enfrenta…”.
Las nuevas reglas de operación para el Departamento de Seguridad Nacional (DHS) ponen en el umbral de la deportación a la mayor parte de los 11 millones de inmigrantes indocumentados que se estima radican en Estados Unidos.
Los memorandos revelados ayer instruyen a todos los funcionarios –incluyendo Aduanas y Protección Fronteriza (CBP) y de Inmigración y Control de Aduanas (ICE)– para identificar, capturar y deportar con rapidez a cada inmigrante indocumentado que se encuentran.
Los inmigrantes indocumentados capturados al entrar al país serán puestos en detención hasta que sus casos sean resueltos.
Aumentan la capacidad de la policía local para ayudar al control de la inmigración; llama a la contratación de 15 mil oficiales de inmigración más y permite que empiece una expansión de el muro fronterizo entre Estados Unidos y México.
Los inmigrantes indocumentados que hayan cometido un delito son la máxima prioridad para las operaciones de aplicación. Los documentos hacen claro que los agentes de ICE deben, sin embargo, iniciar un proceso de deportación contra cualquier otro inmigrante indocumentado que se encuentren.
Las protecciones concedidas por el presidente Obama en 2012 (ley DACA) para los inmigrantes indocumentados traídos al país cuando eran niños (Dreamers) seguirán vigentes en tanto que ellos cumplan con las normas del programa.
Más de 750 mil inmigrantes han recibido protecciones contra la deportación. Esa disposición es conocida como el Programa de Acción Diferida para los Llegados en la Infancia (DACA).