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Washington, Estados Unidos, abril 1 de 2017
El presidente Donald Trump firmó ayer dos decretos para tratar de reducir el descomunal déficit comercial estadunidense y exponer a los países y productos responsables por esa situación, en un claro mensaje a un grupo de países que incluye a China y México.
En 2016, el déficit comercial estadunidense ascendió a la astronómica suma de más de medio billón de dólares.
“Desde ahora y en adelante aquellos que rompen las reglas pagarán las consecuencias”, dijo Trump en el Salón Oval en la ceremonia de firma de los decretos.
De acuerdo con el mandatario, “miles de fábricas han sido robadas de nuestro país, pero esos estadunidenses mudos ahora tienen una voz”. Trump añadió que “el bienestar de los estadunidenses es nuestra Estrella Polar”.
Wilbur Ross, secretario de Comercio, había adelantado que uno de los decretos ordena un análisis “país por país, y producto por producto” cuyos resultados deberán ser reportados a Trump en un plazo de 90 días.
Los analistas, dijo Ross, se concentrarán en evidencias sobre “trampas”, comportamiento inapropiado, acuerdos que no cumplieron objetivos prometidos, relajamiento en la aplicación de normas, problemas con tasas de cambio y casos ante al Organización Mundial de Comercio (OMC).
El conjunto de informaciones obtenidas con ese análisis “formará la base para la toma de decisiones” por parte del gobierno, dijo Ross.
Esta decisión ocurre una semana antes de una visita del presidente chino, Xi Jinping, el país al que Washington identifica como principal responsable por el déficit.
“No es necesario que les diga que la causa número uno de nuestro déficit es China”, dijo Ross, aunque mencionó un grupo de “países que estarán potencialmente implicados”.
Esa lista incluye Canadá, Francia, Alemania, India, Indonesia, Irlanda, Italia, Japón, Malasia, México, Corea del Sur, Suiza, Taiwán, Tailandia y Vietnam.
Sin embargo, Ross admitió que la presencia de un país en la lista no representará automáticamente la adopción de represalias.
“Tal vez sea demasiado duro decir que alguien es un villano si está abasteciéndonos de un producto del que carecemos”, admitió.
En toda su campaña electoral, Trump prometió revertir todas las relaciones comerciales del país para buscar una posición más ventajosa, bajo la consigna “Estados Unidos primero”.
Sin embargo, numerosos críticos apuntan que aunque Washington carga un pesado déficit comercial, ningún país se ha beneficiado más de las actuales corrientes del comercio mundial.
El segundo decreto ordena al gobierno analizar mecanismos para recuperar aranceles que en su momento no fueron cobrados por falta de una correcta fiscalización a productos manufacturados en otros países con subsidios del gobierno.
Peter Navarro, un asesor de Trump y uno de los responsables del diseño de los decretos, dijo que “esto es enorme. Estamos hablando de acero, químicos, productos agrícolas, maquinarias”.
Navarro insistió en que las nuevas medidas están dentro de las reglas previstas por la OMC, donde seguramente no faltarán voces que denuncien la imposición de barreras al comercio.