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Moscú, Rusia, abril 21 de 2017
El Tribunal Supremo de Rusia prohibió ayer las actividades de los Testigos de Jehová por considerarlos una organización extremista y ordenó la incautación de todas sus propiedades.
De esta forma, desde ayer quedó suspendida la práctica de ese culto y se disuelve tanto el Centro de dirección de los Testigos de Jehová en Rusia como sus 395 filiales en todo el país, tal como lo había solicitado en marzo el Ministerio de Justicia.
La organización religiosa Testigos de Jehová muestra indicios de extremismo. Representa una amenaza para nuestros ciudadanos, el orden público y la seguridad de la sociedad”, dijo Svetlana Borísova, representante del Ministerio de Justicia, durante la audiencia.
Recordó que la organización ha propagado literatura incluida en la lista de publicaciones extremistas y recordó que la prohibición de las transfusiones de sangre que profesan sus seguidores amenaza la vida de las personas.
Los Testigos de Jehová, que afirman que las acusaciones son falsas, gratuitas y calumniosas, mostraron su rechazo por la decisión y adelantaron que impugnarán ante el Tribunal Europeo de Derechos Humanos.
Sus representantes llevan varios meses denunciando la persecución por parte de las autoridades rusas, a las que acusan de servirse de falsos testimonios para proscribir sus organizaciones.
El portavoz de los Testigos de Jehová en Rusia, Iván Belenko, dijo que la decisión privará de su derecho a la libertad de culto a 175 mil seguidores en el país.