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"Aunque parezca increíble, la agresión sexual en Yucatán puede ser generacional, ya que se dan casos en los que el padre (ahora abuelo) abusó de sus hijas cuando éstas eran pequeñas y luego de las nietas. Pero nadie dice nada..." señaló la coordinadora de la bancada panista en el Congreso del Estado y ex procuradora de la Defensa del Menor y la Familia en Yucatán, Patricia Gamboa Wong.
Patricia Gamboa Wong, diputada y ex procuradora de la Defensa del Menor y la Familia de Yucatán en el gobierno estatal anterior.
Agregó que a ese problema se suma el de la mentalidad machista que lleva a algunos padres a sentirse dueños de sus hijos, especialmente si son mujeres, y a abusar sexualmente de ellas e incluso a violarlas "para que no sea al novio el que se aproveche de ellas". Esta situación, se presenta mayormente en el interior del estado.
—En este caso, la "señal" para que el padre ataque sexualmente a su hija puede ser el que ya ha comenzado a menstruar y por tal motivo ya no la ven como una niña ni muchachita, sino como una mujer que puede empezar una vida sexual activa.
Lo peor de todo esto es que pueden pasar muchos años sin que la familia se dé cuenta de las violaciones a las que son sometidos los menores en su propia casa.
Indicó que por lo general esos casos se descubren cuando la niña se embaraza y la mamá se entera de que el padre del bebé es su marido, su nueva pareja, su hijo o algún otro familiar cercano.
La ex procuradora de la Defensa del Menor y la Familia (Prodemefa) en Yucatán, en la administración estatal anterior explicó que el silencio que guardan las víctimas se debe al miedo a sufrir represalias por hablar sobre la situación, ya que su agresor les ha dejado en claro que "las matará o que le hará daño a su familia si los denuncian".
Entrevistada por Artículo 7, la diputada panista dijo que durante su trabajo al frente de la Prodemefa observó que el delito sexual en niños comienza con tocamientos o manoseos -que se conocen como abuso sexual-, para seguir con un acoso en el que el adulto les insinúa que les permita tocarlos, les de un beso, o que les muestren sus genitales y de esa manera ir llegando hacia lo que podría caer en una violación.
¿Quién es el principal agresor de los menores, un extraño o un familiar?
—Uno de los principales es el padrastro. Este peligro se incrementa cuando la madre cambia frecuentemente de parejas y permite el acceso a la casa de diversas personas con las que los niños se ven muy expuestos a correr un riesgo.
Los principales agresores de los niños están dentro de la familia o de su círculo de conocidos.
¿Por qué cree que pasa esto?
—Hay muchos factores, pero creo que uno tiene que ver con que a los niños se les inculca que deben respetar a sus mayores y a que algunas personas se aprovechen de esa relación de autoridad al que el niño se ve sometido, como por ejemplo el padrastro, el padre, el hermano o el maestro.
¿Qué pasa cuando el agresor es el papá, el hermano o alguien de la misma sangre? ¿Por qué sucede?
—Puede suceder cuando hay una inestabilidad en esa familia. Eso deja al niño muy vulnerable a sufrir una agresión. No hay una estructura familiar que lo proteja. Si el niño cuenta con la protección de mamá, papá, los abuelos o los tíos, es menos probable que se vea expuesto a un peligro.
—Claro que en esta situación, los niños no son vistos como familiar, hijo, nieto o sobrino, sino como una persona ajena con la que puede relacionarse incluso de forma sexual. Se rompen todos los límites y el respeto entre los propios miembros de la familia.
¿Es común que la mamá esté enterada de los abusos sexuales o de las violaciones y no haga nada?
—Sí, pero intervienen factores como la situación de dependencia, sentimental, no sólo económica.
¿Por qué la madre antepone su seguridad emocional a su hijo?
—Porque prefiere mantener una relación con el agresor que defender al niño o a la niña o quizá porque hay una situación de poder muy fuerte, de control, de sometimiento, en donde la mamá no puede liberarse emocionalmente del agresor.
—También está el caso en que si la mamá no cuenta por sí misma con una independencia económica, en muchos casos prefieren seguir dependiendo económicamente del agresor, especialmente en un nivel socioeconómico muy alto, que denunciar.
¿Qué factores cree que puedan propiciar una agresión sexual contra los niños?
—Uno puede ser la falta de privacidad en las familias, por ejemplo, que en una casa no se tenga el espacio para que las personas se desarrollen sin afectar a los demás o parejas jóvenes que tienen que vivir entre los abuelos, los tíos, los parientes, los nietos y que no tienen privacidad para convivir como pareja. Así se exponen los niños a la vista de comportamientos que no podrán comprender.
—Por eso no es extraño que algunos casos de violación se den entre parientes que incluso comparten un mismo terreno aunque con diferentes viviendas. A los agresores les permite tener acceso a sus víctimas.
—Otro factor podría ser la pornografía. Para algunas personas es la única fuente de información en lo que se refiere a la sexualidad.
¿Hay alguna edad promedio en la cual los niños tienen más riesgo de ser víctimas de algún delito sexual?
—Si, entre los seis y diez años, es decir, cuando están en la primaria. Los más vulnerables, sin embargo, son los niños más pequeños porque no se pueden defender, correr tan fácilmente o explicar lo que está pasando.
¿Es más común que las agresiones sexuales se den en niñas o en niños?
—Es parejo.
¿Cuál es el caso de agresión sexual que más la ha impactado y en el cual tuvo que trabajar?
—El de Pulgarcito, el ex actor infantil. Fue una cosa tremenda porque el tipo videogrababa los ataques a los que sometió a sus cinco hijos y fue precisamente por esos videos que se le identificó como el agresor.
El ex actor infantil Cesáreo Quesadas "Pulgarcito", fue acusado de violación, violación equiparada, abusos deshonestos, estupro y pornografía infantil en contra de sus hijas. Según las denuncias abusó de sus cinco hijos luego de haberlos sedado. Recibió 40 años de cárcel por sus delitos.
—Este caso, por el cual le dieron 40 años en prisión a Césareo Quezadas Pulgarcito, fue el más "sonado". Todos lo recordamos como un dulce niño que corría por el bosque. Fue un caso muy fuerte porque sus hijas sabían que algo pasaba. La misma dinámica familiar no propiciaba la comunicación entre ellas mismas. Nos tocó armar el rompecabezas.
Sobre las estadísticas oficiales dijo que registran que la violación infantil en Yucatán continúa su imparable ascenso debido a la falta de medidas de protección a la infancia. No hay una campaña permanente de prevención en la cual padres e hijos estén atentos para evitar el delito. Hace falta la difusión de los derechos de los niños y también de una promoción de la denuncia.
Añadió que para incentivar la denuncia ante este delito tan grave también es necesario modificar el procedimiento legal al cual deben someterse las víctimas de violación. El actual es un verdadero infierno para los menores. Deben someterse a innumerables examenes médicos ginecológicos o proctológicos que representan nuevos traumas para el niño o la niña que se ve lastimado por una segunda, tercera, y hasta una cuarta ocasión, por la necesidad de los peritajes. El proceso legal también debería ser más corto.
—Además de ese desgaste a la víctima a que se somete al menor, en ocasiones, aunque no están constitucionalmente obligados a comparecer en un careo, los niños deben enfrentarse a su agresor en ante la venia de algunos jueces que lo han permitido. Esto aumenta la afectación emocional de la víctima.
La legisladora señaló que es vital darle a la víctima de violación un trato adecuado, sobre todo si son niños pequeños. Lo debe hacer personal capacitado y especializado en el manejo de casos, no sólo de quienes reciben la denuncia, sino de los médicos que realizan las valoraciones ginecológicas o proctológicas, y los psicólogos, que son quienes hacen las entrevistas a las víctimas. Hay que especializarse en el manejo de casos de este nivel que son muy delicados.
—También hay que descentralizar estos servicios para que en las agencias periféricas se cuente con el personal adecuado para atender este tipo de casos.
[Enmudece] —Pues... debe haber. En la administración anterior se logró un buen nivel, aunque todavía le faltaba. Ojalá que ahora estén cuidando esto. Aunque... lo dudo.
Estadísticas de la Procuraduría de la Defensa del Menor y la Familia (Prodemefa) reportaron en 2008, 2,119 denuncias por maltrato a menores, de las cuales sólo 96 corresponden a abuso sexual, siete a explotación sexual y dos a corrupción de menores.
Al respecto, el director de Averiguaciones Previas de la Procuraduría General de Justicia del Estado, Friedman Peniche Rivero dio a conocer en medios informativos locales que en 2008 se denunciaron 656 delitos sexuales contra menores. La mayoría ocurrió en Mérida. Valladolid y Tizimín le siguieron por ser ciudades cercanas a Cancún.
Explicó que suele ocurrir que hay gente que se va a esa ciudad quintanarroense y cuando regresa agrede sexualmente a familiares.
Precisó que de los 656 delitos denunciados en 2008, 314 fueron por violación, 311 por abusos deshonestos, 17 por incesto, 12 por estupro y dos por hostigamiento sexual. El 81% se cometió contra niñas y el resto, contra niños.
Esos datos son sumamente escasos con relación a la realidad, no corresponden a lo que se vive, afirmó Gamboa Wong, ya que hay muchos casos que no se dan a conocer.
Explicó que la falta de denuncias se puede deber también al temor a las represalias por parte del abusador o algunas veces hasta de la propia familia, cuando el que comete el abuso es un miembro de la misma.
—Es cierto que se ha elevado el nivel de conciencia de la sociedad respecto a la prevención y detección de casos de ataques sexuales, pero nos hace falta, como sociedad, actuar más en protección de la infancia para que esto ya no suceda.L.I.
Agresiones sexuales y la leyDe acuerdo con el Código Penal del Estado de Yucatán, el abuso sexual corresponde a tocamientos, mientras que la violación se refiere a la introducción del miembro viril o cualquier objeto, los dedos o la mano en la vagina o también de un niño a través del uso de la fuerza o de la amenaza. Una de las iniciativas de ley propuestas por la ex-procuradora de la Prodemefa en esta legislatura fue la de modificar en el código penal la sanción para quien obligue o induzca a un niño a cometer sexo oral, lo que era catalogado anteriormente como delito menor y ahora al aprobarse la iniciativa es considerado un delito grave, por lo que la sanción es mayor. La pena que aplicada a un agresor de abuso sexual puede ir de los 6 meses a los 4 años de prisión, cuando el abuso implica sexo oral la pena puede ser de 3 a 7 años y en caso de violación, la sentencia va de 6 a 20 años. Esta pena aumenta si implica violencia física. |