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Mérida, Yucatán, México, 23 de diciembre de 2024
Yucatán se posiciona como el líder absoluto en la producción anual de pavo en México, alcanzando cerca de 5 mil toneladas en 2022, lo que representa el 25.44% del total nacional, según datos de la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural (Sader). Este destacado desempeño consolida al estado como el mayor productor del país, seguido por Puebla (13.61%), Estado de México (11.27%), Veracruz (7.08%) y Tabasco (6.01%).
En 2022, la producción nacional de pavo alcanzó las 19 mil 560 toneladas, un aumento del 6.5% respecto al año anterior. Esta actividad, desarrollada en 18 entidades del país, es clave para el sustento alimentario y económico de comunidades rurales. En México, más del 55% de la producción se realiza en condiciones de traspatio o pequeña escala, reflejando su arraigo cultural y social.
El guajolote, cuyo nombre proviene del náhuatl huacholotl (monstruo grande), tiene profundas raíces en la historia mexicana. Los mexicas lo asociaban con Tezcatlipoca, dios del sol y de la vida. Aunque los europeos lo bautizaron como “pavo” por su parecido con el pavo real, su origen auténtico es mesoamericano.
Su consumo en México está estrechamente relacionado con celebraciones religiosas y festividades, como Navidad y Año Nuevo, además de ser esencial en la celebración de Acción de Gracias en Estados Unidos. En las regiones del sur, incluyendo Yucatán, su consumo es regular y va más allá de las festividades decembrinas.
La carne de pavo o guajolote es valorada por su sabor y propiedades nutricionales. Contiene altos niveles de proteínas, bajo contenido de grasas y un aporte significativo de vitaminas y minerales como potasio, calcio, hierro y zinc.
Por cada 100 gramos de pechuga de pavo, se obtienen solo 130 calorías, 16 mg de colesterol y 0.6% de grasa. Además, es un alimento fácil de digerir, ideal para incluir en dietas saludables. La mayor parte de su composición (75%) es agua, lo que lo convierte en una opción magra y con pocas calorías.
Desde su introducción en las mesas españolas y su arraigo en festividades occidentales, el pavo ha evolucionado en su preparación. En México, se cocina tradicionalmente al horno, relleno con especias y acompañado de ensaladas, puré de papa o papas cocidas.
Hoy en día, su consumo se ha diversificado durante todo el año, gracias a sus cualidades nutritivas. Además, se utiliza para producir embutidos como salchichas, chorizos y jamones, promoviendo su inclusión en la dieta diaria.
El pavo no solo es un símbolo de tradición, sino también un motor económico en Yucatán. Promover su consumo y valorizar su producción es clave para fortalecer esta actividad, que aporta sustento a miles de familias y preserva una de las herencias más emblemáticas de México.