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Los conceptos involucrados en la misiva que nos ha llegado como copia del envío hecho por el señor Aarón M. Pool a otro medio impreso exigen nuestra colaboración para tratar de aclararlos. (Abajo se reproduce la misiva completa).
La democracia no nació sólo gracias al PAN, sino que también intervinieron múltiples personas y agrupaciones civiles para crear un IFE del cual hoy quizás no quede mucho, pero que aún es, supuestamente, un organismo no gubernamental, ciudadanizado.
El PRI, en efecto, estuvo en el poder durante más de 7 décadas. Fue en el año 2000 que perdió la elección presidencial. Fue una elección organizada por el IFE ciudadanizado, que fue ejemplo internacional de limpieza y pulcritud. Fue una elección con cientos de observadores internacionales distribuidos a lo largo y ancho de todo el país. Ellos llevaron a sus países el claro mensaje de que "México había aprendido a tener elecciones respetables".
En 1997 me tocó a mí —me acompañó mi esposa— ser observador electoral en el pueblo de Tinum. Era la primera vez que el IFE organizaba unas elecciones y fue también la primera vez en la historia que el PRI dejó de ser mayoría en el poder legislativo.
Hombres de edad bastante madura de Tinum observaban —sentados en la mesa directiva de la casilla que me tocó observar— quiénes acudían a votar. Me tocó ver cómo algunos jóvenes de ambos géneros salían del casillero de voto con la boleta abierta, mostrándole a alguien de afuera de la casilla, la boleta entera, de tal forma que pudieran constatar por quién habían votado. Invariablemente sus boletas habían marcado el PRI.
También me tocó observar cómo el hombre de edad asintió con la cabeza e hizo un ademán con la mano, como indicando que dejara de mostrarle la boleta.
El PRI ganó "limpiamente" en esa casilla. Conté los votos, varias veces, cooperando con los que allí se encontraban. Pongo "limpiamente" entre comillas porque efectivamente se practicaron mecanismos de control especial, como la consigna de enseñar por quién se había asentado el voto.
Se me informó que no existía ley alguna que prohibiera el mostrar por quién se había votado, abiertamente, estando en la casilla. Se me explicó que la ley, en realidad, sólo te daba el derecho a que votaras en secreto, pero no la obligación de hacerlo así. (Los que hoy son expertos en esta materia deberán hacer aquí mismos sus observaciones).
No. No hubo ningún convenio especial entre partidos. Se diseñó un instituto que sería manejado por los ciudadanos y que tendría representantes de todos los partidos.
Al crearse el IFE, el PRI aceptaba que tendría que convertirse en un partido político y no en una rama del gobierno.
Así es que no se trata de hacerle creer a ningún pueblo que se instituyó la democracia. Se instituyó, eso es todo. Se instituyó por lo menos el mecanismo para que los votos comenzaran a contar, ya que antes no fue jamás así: ganaba quien los que tenían el poder querían que ganen.
En el 2006, la segunda elección presidencial con el IFE, debemos tener mucho cuidado de no confundir lo que realmente sucedió con lo que un partido y un hombre (PRD y López Obrador) quieren que todos nosotros creamos que sucedió. Ugalde actuó correctamente. No hubo nada turbio. Como AMLO no ganó la elección, convirtió —y lo logró— la más perfecta institución que habíamos logrado los mexicanos —admirada a nivel internacional— en un cochinero.
Le debe México a ese señor, López Obrador, el haber perdido la confianza en una institución que la merecía. Sólo ese hecho debería usarse para juzgar al señor y acusarlo de alta traición a la patria. En vez de eso, rodó la cabeza de Ugalde, más que nada para dejar tranquilos a los que con una mente francamente antidemocrática, no pudieron aceptar una estrecha pero legítima y totalmente juzgada derrota electoral.
Los del PRD demostraron no hace mucho, esa triste incapacidad que tienen para organizar, realizar y concluir una elección libre de conflictos. Por desgracia, viejos miembros del PAN de Yucatán cayeron en la misma porquería y eventualmente contribuyeron a la derrota del 20 de mayo de 2007.
En ese mes de mayo de 2007, el gobernador de Yucatán era un ser humano que usted y muchos jamás acabarán de entender. Pero se trata de un ente humano que tiene como pasión el seguimiento de la ley, no sólo en sus formas, sino especialmente en su espíritu. Lo saben y se lo pueden explicar muchas personas que han tratado con él. Lo que este servidor no alcanza a comprender es por qué esas personas no hablan, escriben o describen esto que ahora yo aquí, solitariamente, le describo.
Sí, es correcto. Las elecciones de 2007 en Yucatán —las del 20 de mayo, en las que Ivonne Ortega Pacheco ganó— fueron desarrolladas en un ambiente ciudadanizado. Organizaron las elecciones los ciudadanos, no el gobierno de Patricio Patrón Laviada ni los miembros del PAN. El PRI casi no tiene ciudadanos: tiene burócratas, maestros, sindicalistas, aspirantes constantes a políticos, etc. Por lo tanto, siempre a quien envían a los institutos electorales, son personas de largo "colmillo" en la experiencia de "manejar" las cosas para hacer que finalmente se logre un objetivo concreto, que normalmente beneficia al PRI.
Los panistas tienen fama de legalistas, aburridos, ingenuos y con poca o ninguna imaginación para inventar procesos amañados. Sí, en cambio, son un tanto neuróticos en la persecución de cualquier aspaviento que les parezca que tiene como objetivo manipular las cosas extra legalmente. El panista del extremo de la curva gausiana es Patrón Laviada, por ejemplo... De allí va disminuyendo la escala y va aumentando la curva hasta que se diluye con los del PRI y similares.
Pero la más maravillosa de sus preguntas, don Aarón, es la que se refiere a cómo es posible que alguien dude que hayan sido un mal gobierno cuando en la primera elección que organizan ¡pierden!
Y aquí está el núcleo del asunto, don Aarón. La clave de todo. El meollo de todo este rollo.
Una cosa es que el gobierno sea malo y otra cosa es que el gobierno no sepa mostrarles a sus gobernados por qué no sólo no es malo, sino que es el mejor en varias décadas: la comunicación, Sr. Aarón; la información que circula a través de los medios.
Los gobiernos sólo logran que la gente piense de ellos, no en base a lo que hacen, sino en base a lo que hacen creer que hacen. En este sentido, si me permite, debo comparar al PRI con el PAN. Y en esta comparación, Sr. Aarón, el PRI es el campeón en hacerle creer a la gente que todo lo hacen bien, cuando casi no hacen nada, en tanto que el PAN es experto en hacer mucho más de lo que sabe informar.
Por lo tanto, nuestra "democracia" hoy es un fenómeno de percepción. Los medios que existen —en su gran mayoría— sobreviven de un mecanismo gris comercial llamado "el embute". Éste consiste en recibir dinero de personas, partidos, gobiernos, etc., para que los medios digan las cosas como los que pagan lo quieren.
El Diario de Yucatán, sin embargo, es tan celosamente enemigo de esa forma de actuar, que una simple insinuación —la que le hizo, según sabemos, el ex director de Lotenal, a su agente de ventas— fue razón suficiente para que hiciera un escándalo nacional, acusando a quien —probablemente originario de otra fuente diferente a la de los panistas, el PANAL— creyó que las cosas se podrían manejar así. ¡Gran equivocación! Hoy está fuera y el Diario de Yucatán logró que, por lo menos, se investigue a fondo qué es lo que podría estar pasando, no sólo en su caso, sino en otros que aún no conocemos.
El gobierno de Patrón Laviada creyó equivocadamente —y sin fundamento alguno— que su sexenio tendría como "vocero" al Diario de Yucatán. Y no fue así. Al contrario, tuvo, sobre todo durante sus últimos 3 años, a un implacable crítico, que con lupa examinó cada paso que dieron los funcionarios, publicando todas las dudas que les pudieron surgir a sus reporteros.
Artículo 7 nace con la pasión por informar aquello que sentíamos que no se estaba ventilando con la suficiente dimensión como para que el ciudadanio yucateco justipreciara los actos de gobierno del grupo que ha dado por llamarse a sí mismo "la nueva mayoría".
Por lo tanto, don Aarón Pool, no todo lo que parece es lo que realmente es. Hay diferencias abismales entre priistas y panistas. Pero los primeros han sido genialmente inteligentes para hacerle creer a usted y a muchos que los segundos son iguales a ellos. Y los medios, felices con sus embutes, han acentuado los titulares, las notas, las entrevistas para siempre ir inculcando en la mente del auditorio o de los lectores, la idea de que todos son "iguales".
No, señor Aarón, no son iguales. Son sustancialmente diferentes, aunque se confunden en algún lugar de la curva gausiana entre los extremedamente legalistas y los extremadamente tramposos, corruptos, ladrones y mentirosos.
Y ojalá que el IFE le agregue a eso de pensar sólo con la cabeza —como usted dice— el que contenga información completa para juzgar con un criterio realista lo que realmente le conviene a nuestra nación.
En 1968, Martínez Domínguez reunió a los empresarios de Mérida y les dijo que ya era hora de que dejaran de comprarle publicidad al órgano de información, causa de que el PRI haya perdido el municipio de Mérida en 1967 y —según el priismo nacional— causa probable de que se perdiera la elección a gobernador —en la que "ganó" Loret de Mola y "perdió" Correa Rachó, según la historia oficial.
A Artículo 7, más de 40 años después, le sucedió exactamente lo que Martínez Domínguez habría querido que le sucediera al Diario de Yucatán en 1968: los negocios que se pueden anunciar en nuestras páginas han tenido temor a represalias por parte de los que actuaron como lo hicieron con una colección de casos que han sido oportunamente reportados en nuestras páginas impresas y en nuestro portal de Internet.
Chuc Baas no es el único. Eso sí, esperamos que sea el último.
No creemos que la gravedad de los delitos cometidos por los detenidos esta noche en Michoacán —10 presidentes municipales, para empezar— sea menor a la gravedad de la violación a los derechos humanos básicos que perpetran con cierta frecuencia —los casos que llegamos a conocer— las "autoridades" emanadas de "la nueva mayoría" en Yucatán.
A quien escribe la primera columna del DY:
Tengo que entender que la democracia nació a causa del PAN ¿?
Siempre escucho que el PRI hacia y deshacía, acaso no fue este partido el que estaba en el poder ¿?? Hubo acaso algún convenio entre estos partidos como hoy dia vemos que se da para hacer “creer” al pueblo que se instituyo la democracia ¿?
Partiendo de esta “democracia” (porque los cochupos o como se llame, triquiñuelas, etc. son ya parte de la historia antes de esta “democracia”, hoy esto pero por supuesto ya esta erradicado, saludos al que fue director de la Loteria, como caso mas reciente), como podemos entender que en la primera elección que el “gobierno” que instituyo la “democracia mexicana”, se vieron claros signos de cosas “chuecas “, un presidente del IFE fuera, etc. etc. etc. ¿?
Otra pregunta en el mismo sentido ahora en el gobierno local, partamos de su aseveración de que las elecciones donde la Sr. Ortega gano, escribiendo textualmente lo que uds. Publicaron. “Las ganó la señora Ortega en una campaña y unos comicios que se distinguieron por la limpieza de los procesos electorales y las garantías de que disfrutaron los candidatos, sin distinción de partidos.”. Como podemos los ciudadanos entonces entender que en forma simil, en el primer proceso electoral que le toca al gobierno de la “democracia”, el pueblo los hecha del poder, y aun asi, ustedes dudan de que fue por un mal gobierno ¿??. Si se me permite la vida, quisiera leer sus comentarios cuando en las elecciones para gobernador si acaso se da que el PRI perdiera nuevamente el poder, casi me puedo adelantar a sus escritos que esto si fue por un MAL gobierno… somos objetivos ?….mmmm… como el IFE dice,,,, hay que pensar con la cabeza y le agrego… únicamente con la cabeza…
Saludos..
Aaron M Pool.
Ciudadano sin ser parte de “Sociedad en Movimiento”