Ante un público desconocedor de INTERNET y de sus secretos, la Gobernadora de Yucatán se lanzó contra el veneno y las mentiras que circulan por ese medio. El coraje demostrado por la Gobernadora nos lleva a pensar en las causas que lo generan: considerar que INTERNET es un medio imposible de comprar con los dineros públicos, inatrapable para las redes del poder y sus métodos de seducción.

Si la Ñora de la Influencia Porcina utilizara un poco de su tiempo en conocer el INTERNET se hubiera dado cuenta que sus críticas y descalificaciones son lugar común para los déspotas del mundo. Lo que dijo la Gobernadora de Yucatán de INTERNET y de quienes acostumbran navegar con sus vientos libertarios, es lo mismo que han dicho Berlusconni, el ayatollah Jamenei, la junta militar de Myanmar o el dictador virtual que domina Corea.

Si lo que pretenden ahijada y madrina es acabar con la calumnia y desnudar a los calumniadores, no era necesario recurrir al llanto. Tampoco terminar gritando como loca, arriba de una silla, para justificarse, después: me ganó el género... Mesura, señora, no se olvide que es usted Gobernadora, no escort de discoteca ni animadora de Bailando por un Sueño. Nada es tan sencillo como decir la verdad; nada resulta tan efectivo contra la calumnia que esgrimir la verdad.