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Amor, obsesión, miedo a la soledad o el valorarse únicamente a través de la familia, los posibles motivos para que entreguen su dinero a sus parejas, señala especialista.
Cegadas por el amor, por el deseo de mantener su matrimonio o manipuladas hábilmente por su pareja, mujeres de todo estrato social entregan a sus maridos o parejas el poco o mucho dinero que ganan laborando fuera de su hogar; lo que algunos hombres aprovechan para echar sobre los hombros de estas mujeres una carga más.
"Son madres, esposas, amas de casa y trabajadoras fuera del hogar y sin embargo, la sociedad y la cultura las ha enseñado a no valorarse como personas sino a siempre medir su autorealización a través de una pareja o de una familia", opinó la Dra. en Antropología Social del Centro de Investigaciones Regionales "Hideyo Noguchi", Gina Villagómez Váldes.
Agregó que el tema de la aportación de dinero en una relación es importante para el buen funcionamiento de ésta, por lo que debería discutirse antes de que una pareja decida casarse o vivir juntos.
—La idea general que se maneja es que el hombre provee y la mujer se ocupa del hogar, un trabajo que pese a su gran importancia, no es visto como tal, aunque si tuviera que pagarse tendría un alto costo en el mercado.
Señaló que lo ideal sería la realización de acuerdos, como por ejemplo, que ambos junten sus sueldos para el pago de todos los gastos de la casa y la familia y que el remanente -si lo hubiera- se lo repartieran en partes iguales.
—Otra opción de esa "carta a Santa Claus" sería el que la pareja se dividiera los gastos, él por ejemplo el pago de la casa y las colegiaturas; y ella, los viveres o la gasolina.
Destacó que hay hombres a los que esas opciones no les parecen correctas y prefieren que sus esposas o parejas guarden para ellas sus sueldos y que los gasten en lo que quieran o necesiten.
—Sin embargo, hay hombres —indicó— que se aprovechan de las mujeres y que con astucia y manipulación logran que éstas les den todo lo que ganan sin que ellas sientan que cometen un error o sin que les importe.
La investigadora comentó que lo sorprende de este hecho es que les sucede a las mujeres de todos los niveles sociales e incluso a las profesionistas o con gran preparación académica.
—De lo que no se dan cuenta es que el hombre que las manipula para que le den su dinero está ejerciendo en ellas violencia económica porque al dejarlas sin recursos monetarios las están aislando de personas o de formas que les pueden abrir los ojos.
{xtypo_quote}Hay mujeres que lo soportan todo sólo porque el hombre es guapo y no lo quieren perder aunque sea mujeriego, las golpee o nunca planee establecerse con ellas.{/xtypo_quote}
Agregó que en algunos casos esos hombres son tan hábiles que incluso logran poner a la mujer en contra de su familia -madres, hermanas- cuando éstas le piden que no le entregue su dinero.
Manifestó que lo delicado de la situación radica en que para tener contenta a su pareja -con la entrega total de su sueldo- estas mujeres permiten que sus hijos carezcan de alimentos o ropa, ya que para ellas lo primordial es el hombre.
La entrevistada comentó que las razones por las que las mujeres permiten ese tipo de violencia son distintas, como por ejemplo el que es preferible "pagar" por conservar a la pareja, porque la sociedad enseña a la mujer a valorarse a partir de estar casada o viviendo con un hombre, el conservar al hombre "porque es buen padre".
—Pero también por el nivel social o económico que el hombre podría estar dándole o simple o sencillamente porque es la pasión sexual de su vida y no quiere renunciar a ella.
Hay casos más graves, como por ejemplo, el de la mujer que lo soporta todo sólo porque el hombre es guapo y no lo quiere perder aunque sea mujeriego, la golpee o nunca planee establecerse con ella.
Destacó que una de las preguntas que mucha gente se hace es por qué una mujer soporta que un hombre no la mantenga, no le dé casa, le quite lo poco que gane o dañe a sus hijos. Y la respuesta es porque esta enamorada y en algunos casos, obsesionada.
—Hay mujeres que además de mantener y atender a su familia también son capaces de vender, empeñar o hacer hasta lo imposible para sacar a sus parejas de apuros económicos, aunque esas deudas no tengan nada qué ver con la familia o sean sólo producto de los "gustos" masculinos.
La Dra. Villagómez Valdés explicó que la cultura también influye en el compartimiento de mujeres que permiten la violencia de todo tipo, incluyendo la económica, ya que les enseña que a pesar de contar con una carrera, negocio o trabajo que las autorealice como personas, lo primero siempre es la pareja o el hogar.
—Asi que el desarrollo profesional o un trabajo es sólo un vehículo temporal o algo pasajero en su vida
Indicó que la sociedad también enseña a las mujeres a soportar lo que sea de un hombre porque es preferible sufrir violencia que estar sin marido.
Agregó que el hecho de vivir en una cultura donde al hombre se le considera como "más importante" también es razón para que la mujer permita ese tipo de abusos.
La Dra. Villagómez Váldes sugirió tomar en cuenta varios factores antes de casarse o vivir con una pareja, como, por ejemplo, mirar más alla de la apariencia, fijarse en el caracter de la pareja, en el tipo de familia y en la forma en que ésta se relaciona.
—Bueno, hay que fijarse si hasta es codo, porque si el hombre lo es durante el noviazgo... ¡aguas!
Finalmente, recordó que esos "detalles" que durante el noviazgo pueden minimizarse, pueden volverse en problema durante el matrimonio o durante la convivencia diaria bajo un mismo techo. L.I.