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Pelar y rebanar las berenjenas a lo largo, de 1 cm. de grueso. Ponerlas a remojar en agua con sal por 20 minutos para desflemar y quitarles el exceso de ácido.
Se pone todo en una olla con agua y se calienta. Cuando suelte hervor se le echa un poco de sal para subir la temperatura. Entonces a los tomates se les quita la raíz y se les hace un corte de "X" en la punta.
Se meten al agua caliente de 3 a 5 minutos, hasta que se vea que se arrugue la piel. Se sacan y se dejan enfriar. Se pelan. Luego se cortan por mitad y se exprimen como un limón sobre un colador para quitarles las semillas y dejar que pase todo el jugo, de tal manera que sólo quede la pulpa seca. Se fríen con una cucharada de aceite de oliva y la albahaca y dos dientes de ajo asado. Se sazona con sal y pimienta.
Entonces se agrega el jugo y se deja cocinar a fuego bajo. Se le puede poner media taza de vino blanco...
Luego, secar las berenjenas con una toalla de papel y aceitar cada rebanada por ambos lados con aceite de oliva. Entonces, asarlas en un comal de acero o de teflón a fuego medio hasta que estén bien cocidas.
En un refractario hondo aceitado, verter un poco de la salsa de tomate en el fondo e ir acomodando las berenjenas asadas hasta cubrir el recipiente por capas de berenjenas, salsa y queso rallado. En la parte de arriba debe quedar sólo queso rallado, a 200 grados centígrados por 40 minutos. Se saca, se deja enfriar y se corta en cuadros. Para servir se vuelve a calentar, ya cortada, dentro del mismo refractario.
Preparar una mezcla de aceite de oliva, dos dietes de ajo asado y macerado y untarla a las rebanadas de pan integral. Hornear por 10 minutos.
Servir la berenjena horneada en rebanadas triangulares como de pastel y bañarlas con la salsa de tomate. Acompañarlas con el pan con ajo.
Bon apetit!
Rochef