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México (25 de junio).- Un día como hoy, el 25 de junio del año 1977, el guardabosques Roy Cleveland Sullivan fue alcanzado por un rayo, el séptimo al que escapó con vida, lo que hizo a este hombre todo un mito en el mundo de los supervivientes a los rayos y entrando en el récord de los Guinness.
También conocido como el “Pararrayos Humano”, el libro Guinness de los Récords reconoce a Sullivan como la persona que ha sido alcanzada por rayos más cantidad de veces de la que se tengan registros.
Todo comenzó en abril de 1942, un día en el que Roy se encontraba en lo alto de una torre de vigilancia contra incendios, que había sido recientemente construida y que no tenía pararrayos. La tormenta que se desató entonces fue tan brutal que los rayos golpearon la torre en varias ocasiones. En su huida, Roy recibió lo que él consideró su peor descarga de un rayo. Le entró por la pierna derecha y salió por el pie, dejándole un agujero en el zapato.
En julio de 1969 se produjo el segundo milagro en la vida de Roy. Mientras conducía su camioneta, con la ventana abierta, un rayo impactó en un árbol, se desvió y entró a través de la ventanilla. El impacto dejó a Roy inconsciente, le quemó las cejas, las pestañas y la mayoría del pelo y provocó que la camioneta siguiera circulando descontroladamente. Paró al borde de un precipicio.
En 1970, estando en el patio de su casa, un rayo impacta en un transformador cercano a la casa, haciendo que se desvíe su trayectoria e impactándole en el hombro.
En 1972 le cae su cuarto rayo cuando estaba trabajando como guardabosques, y le quemó el pelo. Es tras este cuarto rayo cuando Roy empieza a pensar que alguna fuerza extraña hace que atraiga a los rayos, y empieza a sentir miedo de la muerte.
Tan sólo un año, después, Sullivan vuelve a experimentar la atracción que ejerce sobre los rayos, y otro le quema de nuevo la cabeza. Sucedió mientras iba conduciendo su coche, durante una tormenta en el parque nacional. Sullivan, que había aprendido ya a tomar precauciones, se resguardó en su camioneta, y salió cuando pensó que ya no había peligro. Entonces, le cayó el rayo.
Su penúltimo rayo le alcanzó en 1976, estando en el campo, cuando vio que se acercaba una tormenta, salió corriendo pero de nuevo no tuvo tiempo y el rayo le lesionó el tobillo.
En 1977 se produce el impacto del último rayo, cuando se encontraba pescando. Sucedió el 25 de junio de ese año; el rayo le entró por la cabeza, le atravesó el pecho y el estómago y salió sin causarle, esta vez tampoco, la muerte.
Roy comenzó a ser conocido como el ‘hombre pararrayos’, y de su atracción no se libró tampoco su mujer, que fue alcanzada por un rayo mientras tendía la ropa en el patio de su casa, estando junto a su marido, que en esta ocasión resultó ileso.
Sullivan murió finalmente en 1983, a los 71 años, de una manera no menos trágica que su vida: se suicidó de un tiro en el estómago con su arma reglamentaria, después de caer en una profunda depresión, debido a un amor no correspondido sin relación alguna con fenómenos meteorológicos.- (Zócalo)