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México (25 de junio).- Casi la mitad de la población del país más joven del planeta, Sudán del Sur, corre el riesgo de morir de hambre. Más de 1,5 millones de habitantes han huido de sus hogares, escapando de la violencia y la guerra que casi a diario provoca atrocidades, de las que no se salvan ni los niños.
“Tenía la esperanza de que la paz durara para siempre”, comentó Dak Ongin, un sursudanés de 54 años al diario ‘The New York Times’, al recordar el día que en 2005 se firmó la paz en Sudán tras una larga guerra civil, y cuando seis años más tarde su actual país, Sudán del Sur, declaró la independencia convirtiéndose en la nación más joven del mundo.
“Ya no hay país”, lamenta otro sursudanés. Han pasado menos de dos años desde que estalló la guerra civil de Sudán del Sur, que la ha sumido en el caos y que ha desgarrado a esta joven nación debido a una lucha por el poder entre los líderes de los principales grupos étnicos. Un conflicto que ha dejado graves crímenes de lesa humanidad, donde incluso los menores no son inmunes a la violencia. - (Agencias)