485 palabras
México (26 de junio).- Paulina Méndez era estudiante de la especialidad de traumatología en el Hospital General Regional de León, Guanajuato. El domingo 26 de octubre de 2014, mientras cenaba en una pizzería, pasadas las ocho de la noche, un hombre le pidió su computadora y mientras se la entregaba este la acuchilló en el corazón hiriéndola al grado en que, pese los esfuerzos que en esa ocasión le brindaron sus compañeros, la joven murió.
Como este, una larga lista de casos violentos han concluido en el homicidio de los médicos practicantes o prestadores de servicio social, al menos esa fue la conclusión en la Cámara de Diputados, donde los diputados perredistas Antonio Sansores y Miguel Alonso Raya pidieron protegerlos.
Los legisladores destacaron que resultados una reciente encuesta aplicada en nueve estados del país, reveló que el 75 por ciento de los jóvenes practicantes ha sufrido incidentes que ponen en riesgo su seguridad.
En comparación con 2008, los ataques en su contra se incrementaron en 200 por ciento, en estados como Morelos, Guerrero y México, donde han tenido que enfrentar delitos como extorsión telefónica, asalto a mano armada o el robo de sus vehículos.
El pasado ocho junio, Duarte Jiménez, pediatra neumólogo del Hospital Ángeles en Culiacán, Sinaloa, fue interceptado por sujetos armados cuando salía de trabajar. Su cuerpo fue hallado al día siguiente del rapto, en estado de calcinación, en la carretera internacional México 15 al Rancho Las Brisas. De hecho, en estados como Sinaloa es una regla que médicos y estudiantes cambien sus prendas blancas y oculten cualquier elemento que aluda a su profesión médica, debido a que era frecuente el secuestro de estos para atender emergencias de miembros del crimen organizado.
Recientemente, el 14 de junio, Adona Ponce, estudiante de la Universidad Autónoma de Guadalajara, quien prestaba su servicio social en la Unidad de Atención Primaria en Salud en el municipio de Romita, Guanajuato, fue encontrada sin vida cerca de Cuerámaro, del mismo estado.
“Los homicidios relatados deben esclarecerse, pero, además, esta Comisión Permanente debe pedir a las autoridades que se den condiciones que garantice la seguridad e integridad de los pasantes, profesionales y prestadores de servicio social en medicina”, dijeron los diputados.
El Consejo Nacional de Seguridad Pública tendrá que elaborar una estrategia que atienda la violencia que enfrentan los médicos practicantes.
“La falta de recursos humanos para que la población desfavorecida acceda a los servicios de salud, se cubre con ese personal”, explicaron en la Cámara donde reconocieron que muchas veces llegan a zonas donde azota el crimen organizado.- (Semanario)