Convocan a estudiantes de Educación Superior al 2o. Concurso “Vive ConCiencia”
Kamila López1061 palabras
Saltillo (6 de agosto).- En un trastorno de esquizofrenia, como el que aparentemente padecía Raquel Morales, quiso desaparecer y los vínculos de apego que tenía con sus hijos la hicieron marcharse con ellos, no como un acto de crueldad sino de protección, aseveran expertos en sicología y siquiatría.
El sicólogo Carlos Gutiérrez explica que la esquizofrenia implica la falta de identificación entre la realidad interna y la realidad externa y considera que al momento del asesinato de los menores y de quitarse la vida, la mujer atravesaba por una crisis sicótica:
“Parece que ella sí había establecido vínculos de apego con sus hijos, y esto nos dice que cuando ella quiere desaparecer, la idea demasiado frecuente en los esquizofrénicos –o la idea mágica– es desaparecer, y como tienen fuertes vínculos de apego con sus hijos desaparece con ellos; es decir, un vínculo de apego patológico con los hijos hizo que los destruyera y los destruyó para llevárselos. No es una hiena, ni siquiera es un acto de crueldad, en una esquizofrénica es un acto mágico el habérselos llevado así, hizo como que les compraba un boleto al más allá y no quiso dejarlos aquí”, opina el experto.
Advierte que no se trata de un acto de venganza contra el esposo o contra la sociedad, pues el pensamiento esquizofrénico no es igual al pensamiento normal, simplemente ven la realidad de diferente manera.
“El vínculo, el apego, implica la defensa a ultranza de la cría, pero en un vínculo de apego enfermo la defensa también está enferma y hace tomar decisiones enfermas”, añade.
Asevera que el paciente esquizofrénico puede ser violento bajo ciertas condiciones, por la presión externa, la incomprensión, la presión o exigencias de personas por cosas que no puede hacer y el abandono.
MUY JOVEN
La edad de Raquel, 23 años, aporta un dato importante: se convirtió en madre a los 15 años, pues el mayor de los niños tenía 8 años; después le seguirían sus hijos de 7, 5 y 3 años, lo que según el especialista habla de inestabilidad familiar y que quizá su padecimiento siquiátrico estaba presente hacía mucho tiempo atrás, ya que la esquizofrenia se suele manifestar desde la adolescencia.
Señala que una mujer con crisis de esquizofrenia definitivamente no puede estar al cuidado de sus hijos, por lo que es importante cuestionar sí tenía la debida atención, de un equipo interdisciplinario que vigilara no sólo el aspecto médico, sino el social.
El arma estaba en sus manos
La Agencia del Ministerio Público determinó que se utilizó un arma tipo revólver calibre .32 y cinco balas para privar de la vida al mismo número de personas, en una vivienda de la colonia Centenario la tarde del martes, un arma rara y difícil de conseguir según la Procuraduría.
Las autoridades informaron que adentro de la vivienda se encontró el arma calibre .32 en las manos de la señora Raquel Morales García, de 23 años.
El coordinador de agentes del Ministerio Público, Hugo Frayre Ramos, informó que en la vivienda se localizaron cinco cartuchos percutidos que corresponden a las mismas balas halladas en los cuerpos de los niños y en la víctima número cinco, la señora Raquel Morales. En su declaración, Ignacio Rodríguez aseguró que esa arma no la tenía en su domicilio.
Economía desata tragedia en casa
La Procuraduría de Justicia determinó, mediante algunas declaraciones recabadas entre familiares y vecinos, que la pareja formada por Raquel Morales García, de 23 años, e Ignacio Rodríguez Fernández, tenían problemas económicos por el próximo regreso a clases, los que pudieron llevarlos a tener una presión emocional muy fuerte y que desató los hechos violentos.
El coordinador de agentes del Ministerio Público de Sabinas, Hugo Frayre Ramos, informó que saben que la pareja sostenía peleas constantes a diferentes horas del día y éstas comenzaron a recrudecerse durante esta semana, cuando se venía la posibilidad de comprar los artículos escolares.
“De acuerdo con la información que proporciona el esposo de la señora Raquel, tenían problemas por la falta de recursos económicos, ya que ella exigía gastos por el regreso a clases y no podían cubrirse por el salario bajo del señor Ignacio”, indicó Frayre Ramos.
La Procuraduría está revisando todas las declaraciones que se han recabado sobre este hecho, a fin de que puedan ampliar las investigaciones, y al mismo tiempo se verifica la versión del padre. (Sinhué Samaniego).
La música opacó los gritos
La tragedia que selló el domicilio marcado con el número 632 de la calle Degollado, en la colonia Centenario, sucedió entre un silencio común para los vecinos y la música con alto volumen en la vivienda no levantó sospecha de la masacre que se registraba dentro de la misma.
Vecinos del sector aseguran no haber escuchado detonación alguna de proyectil de arma de fuego, tampoco el lamento o queja de alguno de los menores ni la propia asesina.
Y es que según el testimonio del señor Venancio González, quien vive en la acera de enfrente del domicilio donde ocurrió la desgracia, señaló que fue al filo de las 6 de la tarde cuando escucharon al padre de los menores gritar de manera desenfrenada que lo auxiliaran, pues entre golpes y empujones pretendía abrir la puerta de su domicilio.
Una vez que el hombre logró derribar la puerta, sus gritos de llanto y dolor fueron los que alarmaron a los vecinos, quienes de inmediato buscaron ayuda; por desgracia ya nada se podía hacer dentro de la vivienda. (Norma Morín).- (Zócalo)